¡Año nuevo, lucha nueva!

En todos los tiempos se habla mucho del estado del mundo y con razón, porque es un desorden; lo experimentamos todos los días. Creemos que no puede cambiar, pero esto se consigue comenzando con el gobierno que tenemos, que no toma en cuenta una importante virtud que es la moralidad. Esta virtud viene del hombre cuando su corazón está abierto a Dios. Muchos creen que este cambio viene de la economía o de los grandes negocios, y no reconocen que depende de los cristianos que olvidan esa importante virtud para evitar la corrupción. La Iglesia se preocupa mucho de esto y hace eventos en que se reúnen verdaderos cristianos que cumplen con la ley de Dios. El día domingo recibimos un rico mensaje, donde se nos invita a vivir por Jesús, como los evangelios, poniendo mucha atención a las lecturas para reflexionar y comprender cuál es la esencia de la Misa. Los evangelios nos cuentan muchos momentos de alegría, como por ejemplo la que sintió Isabel cuando fue visitada por María. La alegría cristiana la sentimos cuando leemos y escuchamos las parábolas sabias de Jesús. En este nuevo año 2020 vivamos la alegría que el Todopoderoso nos invita a vivir a través de los evangelios, junto con nuestro prójimo.

Martha Reclat de Ortiz