El aborto

Señor director:

Nunca he sido partidaria ni he estado de acuerdo con el aborto voluntario.

Sin embargo, cuando he sabido que alguien se lo ha practicado he sentido lástima por esa mujer, convencida de que tarde o temprano se arrepentiría y llegaría el día en que nuestro Señor Jesucristo ajustaría cuentas.

Un hijo es lo más maravilloso que la vida nos regala.

No importa de dónde vega.

Un hijo es una prolongación nuestra, formado dentro de cada mujer, con su sangre, sus huesos, su aliento.

Es mucho más nuestro que del padre.

La ley sobre el aborto por violación, que pretenden que apruebe la Asamblea, no se debe llamar ley sobre el aborto sino ley sobre el asesinato, ley sobre el crimen.

¿Cómo puede ser alguien tan ignorante al pensar que a una criatura de siete meses, totalmente formada y lista para venir a este mundo loco, la pueden sacar del vientre de su madre para asesinarla?

¿O será que el crimen se cometerá en el vientre de la madre?

Si esa monstruosa ley llega a aprobarse, los proponentes tendrán sobre su conciencia, si es que la tienen, un peso muy grande hasta el día de su muerte.

Lourdes Meloni de Rojas