En lo que va de la actual administración se han recibido reportes oficiales de que tres contratistas han sido objetos de extorsión (también llamadas vacunas) por parte de bandas delictivas que operan en la zona centro-sur de Guayaquil.

Así lo confirma a EXPRESO Andrés Sandoval, gerente general de Segura EP, en torno a que esta situación no solo mantiene en zozobra a pequeños o grandes negocios, sino que también se extiende a sectores residenciales. Y deja claro que este asunto no es desconocido cuando se habla de las obras que se ponen en marcha en la ciudad.

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Precisamente, el 24 de mayo anterior, ya con Aquiles Álvarez como alcalde, el Municipio difundió fotografías en sus redes sociales informando que mantuvo un encuentro con los contratistas municipales. En la cita se dispuso a la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG) que “brinde su respaldo” a los contratistas que, argumentó, sufren problemas de extorsiones.

Al respecto, Sandoval detalla que ese respaldo consiste en la planificación, en conjunto con la Policía Nacional, en la elaboración de un cronograma de operativos en los 9 distritos que tiene el cantón. “Realizamos el patrullaje preventivo en el área de la obra en proceso, haciendo puntos martillo fijos. Para cada una de estas emergencias se destinan dos patrulleros y 8 efectivos del grupo élite, que se suma al contingente de la institución policial”, explica el funcionario.

Al tratarse de obras que van dirigidas al Puerto Principal y que buscan mejorar a distintos sectores, este Diario dialogó con el director de Obras Públicas del Municipio, Andrés Burbano, quien continúa en ese cargo, pues también lo ejerció cuando Cynthia Viteri fue alcaldesa.

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Contó que, en efecto, Álvarez se reunió ya con los contratistas para poner sobre la mesa el hecho de las obras paralizadas y que ahí se les dio el “aseguramiento y promesa” de que se va a cumplir todos los “compromisos”. También se abordó el tema de las planillas pendientes, por lo que ahora, acotó, Álvarez hizo un flujo de efectivo de pagos.

Burbano reconoció que hay contratistas que abandonaron las obras en diferentes sectores de la urbe y, al consultarle si esto obedece a temas de ‘vacunas’, respondió que lo desconoce, pero arrojó cifras.

“Son cinco procesos que tenemos en el Departamento Jurídico, multados. (...) Los contratistas en firme no han puesto alguna denuncia al Municipio; cuando han puesto denuncias por ser víctimas de robos, asaltos, hemos enviado a la Policía. En algunos sitios ha sido la respuesta positiva”, mencionó.

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A Burbano se le hizo referencia del caso de una obra, que conoció EXPRESO, que tiene custodia policial y se le preguntó si hay otras en la ciudad que se miran en ese espejo, pero precisó que “no lo han denunciado”. “Los contratistas, cuando tienen robos y son víctimas de las violencias, nos los comunican y avisamos a la policía”, añadió.

Este Diario habló con un contratista que pidió que no se publicara su nombre ni el sector en el que ejecuta una obra pública, y reveló que sí ha tenido que pagar ‘vacuna’ y después tuvo que solicitar custodia policial para poder realizar los trabajos, que no se extienden hasta la noche. Toda la vigilancia se da a la luz del día. Él aseguró que esta situación ya la ha dado a conocer al Municipio.

No obstante, las alarmas de vacunadores hacia contratistas privados se hicieron públicas en la época de la exalcaldesa Viteri. Ella manifestó, en una aparición en mayo de 2022, que estos trabajadores, luego de ganar un concurso, son extorsionados cuando se dirigen a ciertos sectores.

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“Que un contratista privado tenga que pagarles a los delincuentes del área para que los dejen trabajar, porque sino no los dejan trabajar, o los asaltan o los matan, porque ya hemos tenido personas asesinadas, obreros asesinados en obras. Esto nos da el termómetro totalmente en rojo de lo que está sucediendo en materia delincuencial en el país”, contó en aquel entonces la exfuncionaria.

Mientras esto sucede, el director municipal aseguró que todas las planillas que debía el Municipio a contratistas ya se encuentran canceladas. “Estamos al día, salvo algunos que tengan atrasos de presentación de planilla, eso es otra cosa”.

El panorama actual es que los trabajos volvieron a darse, en medio de un manto de terror que es originado por extorsiones. No solo los contratistas, que ya expusieron lo que atraviesan a la autoridad, gritan por seguridad, sino también los barrios y comunidades en donde estarán aquellas obras.

La ciudadanía, por su parte, corrobora que los trabajadores, entre contratistas y empleados, sí son amenazados. “Nosotros vemos que dejan en las maquinarias panfletos o que viene gente en moto a amenazarlos. Este es un secreto a voces. Por ello, la gente no trabaja, lo hace con terror o se va. Quizá por eso es que hay tantas demoras. Sin mano de obra, cómo avanzar. En fin, la violencia que nos embarga nos tiene a todos fregados”, aseguró Homero Carpio, un habitante del sur de la ciudad, quien indicó haber sido testigo de la situación en distintas ocasiones.

“Lamentablemente, no hay quien pare este problema y esa es nuestra triste realidad”, puntualizó.

• PROTOCOLO CON LA POLICÍA

Segura EP mencionó que, cuando se trata de un tema de extorsión, se aplica el protocolo con la Policía Nacional y esta a su vez con su cuerpo especializado Unase, “se realiza el seguimiento del caso, se toma contacto con los extorsionados y ahí se define la estrategia a seguir”.

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