La adquisición de herramientas digitales y mejoras en las instalaciones son parte del esfuerzo que realizan ocho centros tecnológicos a nivel nacional que, desde este año, entraron en el proceso de acreditación como institutos universitarios, tras una reforma a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES).

Con la condición de Instituto Superior Universitario (ISU), los establecimientos están autorizados en ofertar tecnologías superiores universitarias y especializaciones; así como maestrías tecnológicas avalizadas por la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

Los institutos habilitados para esas ofertas académicas son los públicos Centro Tecnológico Naval, Policía Nacional Norte y Central Técnico; además de los privados Espíritu Santo, Argos, Formación, Instituto Superior de Estudios de Televisión (ITV) e Instituto Tecnológico Bolivariano (ITB).

“Una vez graduado como tecnólogo universitario, el postulante podrá acceder a las especialidades y al grado académico de las maestrías tecnológicas”, indicó Roberto Tolozano, rector del ITB, que, con 12.000 estudiantes, es el más extenso de su tipo en el país.

“Hablamos de un cuarto nivel, con la diferencia de que el perfil del egresado será de carácter tecnológico”, puntualizó.

¿Otros tipos de profesionales podrán seguir una especialidad o una maestría tecnológica? Tolozano señaló que sí, siempre que tengan un grado de licenciatura y un porcentaje importante en la misma rama.

Para Jorge Calderón, rector de Argos, con la nueva mención se revaloriza a la educación de corte técnico - tecnológico, “que venía de menos por irregularidades en ciertos establecimientos”.

Mientras esperaba la nueva acreditación, que se concretó hace una semana, Argos ultimaba detalles de su cuarto campus, este último virtual.

Calderón destacó que tienen identificadas siete maestrías, entre ellas Educación Inclusiva, Marketing Digital y Comercio Exterior y Portuario.

Rafael Bell, vicerrector académico de Formación, señaló que la perspectiva de la entidad es contar con maestrías en las diez carreras que ofrecen, siendo Energía Renovable la recién incorporada.

Resalta que en todas las especialidades se ha fortalecido el componente tecnológico.

¿Pero qué le falta para tener la categoría de universidad? Los consultados por EXPRESO coincidieron en que es un proceso que podría tomar al menos una década.

Tolozano opinó que requieren de más autonomía y la oportunidad de desarrollar otros programas de carácter académico. “Nuestros graduados deben tener las oportunidades iguales a las de los licenciados de una universidad. Por eso trabajamos en la inserción laboral”, dijo.