Guayaquil ha inaugurado la aerovía en Durán. Si bien no resulta una herramienta del todo útil para la movilidad de sus habitantes, por los tiempos de destino entre las ciudadelas y cooperativas a la estación, la mole de 154 cabinas se ha convertido estos días en el atractivo más novedoso del cantón ferroviario, aunque no pagó un solo dólar de los 134 millones que costó la obra.

El día de la inauguración, muchos vecinos de Guayaquil fueron a dar una vuelta en el sistema aerosuspendido, pero no se bajaron de la estación. Además de un malecón regenerado sin más atractivos que adoquines con marca socialcristiana, y varios restaurantes en la calle principal, no hay mucho que ver del otro lado.

Se pueden contar con una mano los atractivos del cantón. Igual que Guayaquil, un río que no se explota; hay también una estación de tren abandonada, un cerro que guarda su historia, pero que está infestado de drogas, y un par de malecones que emulan el estilo de la urbe portuaria, aunque sin su respectivo impulso al comercio. A la lista entra la gastronomía, débil por falta de incentivos, que no termina de convencer al visitante de otras zonas ni al de dentro, porque, hay que decirlo, la gente de Durán se va a pasear a Guayaquil.

Es como si en todo este tiempo de camino hacia la aerovía, Durán, que tiene un presupuesto que rodea los cien millones de dólares, simplemente dejó de lado el potencial de la obra para catapultar su oferta turística y se enfocó en otras prioridades más urgentes, teniendo en cuenta un año golpeado por la pandemia.

Marcos Suárez, principal de la Jefatura de Cultura y Turismo de ese cantón, reconoce a EXPRESO que los proyectos del departamento han sufrido un déficit presupuestario a propósito de la COVID-19, y que eso ha impedido ejecutar ciertas acciones previstas para alzar a Durán como destino (ver subnota).

Para entender las realidades del cantón y sus potencialidades, EXPRESO consultó a Carlos Mosquera Onofre, artista, gestor cultural y creador del escudo de Durán. Ha sido parte activa del impulso del desarrollo del territorio, pero también estuvo en las filas municipales, por lo que conoce de fondo dónde están las flaquezas.

“El desarrollo turístico del cantón ha quedado a un lado. Tenemos malecones que están en el recuerdo, pero que no tienen incentivos para ser visitados. Faltan proyectos, obras complementarias. (...) Aquí hay riqueza histórica. Tenemos un legado pluricultural; pero con malas administraciones y poca inversión, es imposible sacarlas a flote”.

Recuerda que cuando estuvo en el Cabildo pudo participar en la ejecución de proyectos culturales, como la creación del primer coro de canto lírico a cuatro voces; pero lamenta la escasa inversión. “El aporte a la potenciación del turismo y la cultura en Durán es igual a una agüita azucarada. Faltan proyectos integrales”, analiza.

Le preocupa, además, que la falta de acciones recrudezca la falta de identidad de pertenencia a ese suelo. “La mayoría de los que viven aquí hace sus actividades comerciales y de ocio en Guayaquil”, señala.

Esa aseveración la corrobora en su tesis de licenciatura en turismo Elsa Saguay Guamán, presentada en 2019. El documento rescata que Durán, diez de las ciudades más pobladas del Ecuador, con unos 400 mil habitantes, fue por años destino fluvial y gastronómico, pero reconoce que uno de los problemas que afectan el progreso turístico es la falta de estudios de los recursos culturales que posee.

En el estudio se recoge una encuesta de un universo de casi 400 personas, y se determina que el 50 % de la población del cantón posee poco conocimiento sobre la cultura de Durán. Además, el 75 % desconoce los recursos naturales.

Además, el 78 % de la población piensa que el cantón Durán es poco turístico y el 75, que la principal causa por la cual no hay crecimiento del turismo dentro del cantón es porque las autoridades no realizan eventos atractivos, que incentiven a la población a visitarlos.

Con este escenario, Miguel SantosBurgos, director del movimiento Durán Puede Más y vocero del Comite Cívico Pro Durán, explica que es momento de crear planes a largo plazo.

Insta a las autoridades del cantón a fomentar el aprovechamiento de la isla Santay, promover expediciones escolares y familiares a zonas como el Peñón del río y crear caminatas y actividades que impliquen bicicross y motocross.

Como la aerovía está sobre el río, propone también aprovechar el afluente con la construcción de una hidrovía, que maneje un sistema de transporte público fluvial permanente desde la zona urbana hacia la rural, además de paseos en los malecones.

En el presupuesto 2021 no existe un ítem determinante para potenciar el turismo en el cantón. Al parecer, Durán aún tendrá que esperar.

Todo en agenda, nada en acción

Desde la Jefatura de Turismo y Cultura del Municipio de Durán se sabe que la crisis golpea los planes, pero estos siguen en agenda.

Marcos Suárez, jefe de esa área, adelanta que se tiene en proyectos no ejecutados paseos, prácticas de canotaje y lanchas turísticas que den recorridos.

Sobre los alrededores de la estación de la aerovía señala que actualmente se realiza un levantamiento catastral para los principales gestores turísticos del cantón, así como una capacitación continua para que puedan brindar un servicio de calidad, en temas de gastronomía y hotelería.