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A las 12:30 termina el horario matutino. Esa es la hora más crítica.Vanessa López/EXPRESO

Caos vehicular y riesgo de accidente en un tramo de la calle Esmeraldas, al pie de una escuela

La institución espera la ayuda solicitada a la ATM en octubre pasado.

A las 12:30 concluyen las clases, en el horario matutino, de la Unidad Educativa ‘Veinticuatro de Mayo’, ubicada en la avenida Esmeraldas, entre las calles Aguirre y Ballén, en el centro de Guayaquil.  Sin embargo ya al mediodía, María Montenegro llega en su auto y se estaciona en uno de los ocho parqueaderos públicos al pie de la institución.

“Vengo más temprano para encontrar espacio de parqueo y así esperar a mi hija”, cuenta. Hace lo mismo a las 07:00 cuando inicia la jornada escolar. Revela que, cuando llega unos minutos tarde de lo habitual, no tiene donde estacionarse y dejar o recoger a su pequeña se le complica.

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Es que, al lado de los pocos parqueaderos, está la calle Aguirre de circulación vehicular.

Son decenas de vehículos expresos y de los padres de familias quienes van por sus hijos, y al no encontrar donde estacionarse, paran la marcha por segundos o minutos para que los niños se suban o bajen del carro de prisa. Es ahí donde se forma el caos, la congestión; se intensifica el estruendoso sonido de los pitidos de los autos y aumenta la inseguridad para los niños quienes, muchas veces, deben sortear los vehículos.

“Puede ocurrir un accidente. Los parqueaderos permanecen ocupados, y en su mayoría por trabajadores del sector. Falta señalética y control en los alrededores de la escuela”, dice Salomé Gamboa, otra madre de familia.

Ernesto Castillo, rector del plantel donde estudian 414 estudiantes, reconoce el problema y cuenta a EXPRESO que en octubre pasado solicitó ayuda a la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM). “Les pedí y sugerí la presencia de un agente, afuera de la escuela, que haga del carril (al pie de la institución) exclusivo para los expresos escolares y carros de los padres de familia de 12:15 a 12:45. Pero todavía no hemos recibido una respuesta”, cuenta el rector.

Además detalló, que la ATM, en mayo pasado le prometió a la institución mejoras en la señalización de tránsito en los alrededores de la escuela y la remodelación de tres aulas para evitar que el ruido de los carros interrumpa las clases, pero aún no inician los trabajos.

"Yo vengo caminado a retirar a mi hermanito. Pero veo que muchos padres vienen en carro y se forma una congestión. Los carros ajenos a la escuela pitan por querer pasar y todo se vuelve un caos"

Amy Salomea
Estudiante de parvularia