Lo que se creó para ordenar el comercio informal, en un mercado provisional con la peatonalización de calles céntricas de la urbe porteña, en las que laborarán 890 vendedores no regularizados, enciende las alertas de 4.300 comerciantes de la conocida Bahía de Guayaquil.

Dirigentes de las diferentes Asociaciones que agrupan a este sector    comercial elevan la voz de protesta, por lo que    consideran una competencia desleal que, con aprobación de las autoridades municipales, pretenden colocar cerca de ellos, en una fecha en la que buscan también aprovechar para salir en algo de la crisis que generó la pandemia de la COVID-19; y ahora, la inseguridad.

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“Nuestra preocupación es porque vienen comerciantes ocasionales en el mes de diciembre y la bahía tiene una estructura todo el año, entonces ¿cómo puede venir una competencia en el mes de diciembre? Eso va a perjudicar nuestras actividades. No son cuatro calles como dicen, son 12 manzanas las que van a ser ocupadas”, advierte el abogado Hernán Coloma, presidente de la Asociación de Comerciantes Minoristas 6 de Enero.

El dirigente aclara que no se oponen a la creación de corredores comerciales, pero “no se puede solucionar un problema social, afectando a los 4.300 comerciantes de la Bahía que, por muchos años, vienen realizando sus actividades aquí”, dice al enfatizar que el sector está técnica y jurídicamente organizado, lo que demostró con el plano del proyecto con el cual se los organizó y se pusieron límites para que no existan más vendedores fuera de ese perímetro que actualmente ocupan en 16 hectáreas. El sector de la Bahía comprende desde Malecón hasta Chimborazo, y desde avenida Olmedo a la calle Huancavilca.

“Nosotros pagamos todos los impuestos al día, hemos venido pasando circunstancia muy difíciles de la pandemia y ahora con la inseguridad, estamos prácticamente    quebrados en los negocios. No tenemos ningún tipo de ayuda de cooperativas, ni de bancos, ninguna institución y diciembre es el único mes que aspiramos vender algo y poder levantarnos... pero ahora el Municipio nos pone 800 comerciantes alrededor de la bahía”, comenta preocupado Carlos Iván Bautista, presidente de la Asociación 12 de Junio.

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Franklin Coloma, abogado de la Asociación 6 de Enero, asegura que desde antes que el Concejo Cantonal aprobara la peatonalización de cuatro calles    céntricas, existieron conversaciones con las autoridades municipales y se les mencionó de los límites de la bahía, lo que está en la ordenanza municipal, que se aprobó en noviembre de 1999.

“El artículo 1 de la ordenanza municipal menciona que los límites de la bahía corresponden a: la calle Chimborazo, Colón, Malecón y Capitán Nájera... por lo tanto, esta ordenanza lo que hacía es tener el orden de la actividad comercial y nosotros como comerciantes regularizados por casi 30 años hemos mantenido ese orden, en un espacio de 1,50 por 1 metro, que son nuestros módulos. Hemos mantenido esta actividad comercial, no hemos invadido calles, y hemos trabajado en temporadas buenas y en temporada malas, esperando el mes de diciembre para realizar nuestras actividades comerciales”, expone Coloma.

Además, recuerda que en    2021, comerciantes autónomos o vendedores ambulantes interpusieron una acción de protección en contra del Municipio para ocupar estas áreas, lo que fue resuelto a favor del Cabildo para mantener el orden. “No se ha considerado esta resolución judicial y se está dando permiso en lugares que fueron anteriormente    negados a los vendedores autónomos...”, subraya el legista al aclarar que no están en contra del derecho al trabajo, pero esperan trabajar en orden sin competencia desleal. De allí que pide ser escuchados y que se los consulte sobre esta decisión. Anuncia que, en caso de no haber una resolución respetando la ordenanza municipal, realizarán un plantón para que se respete el reglamento.

Pero, en su cuenta X (antes Twitter) Luis Alfonso Saltos, director municipal de Planificación Urbana, Proyectos y Ordenamiento Territorial (Dupot), dice que se evoca una ordenanza del siglo pasado y deja abierta la posibilidad de cambios al reglamento.

“Cabe señalar que las necesidades urbanas y comerciales se han expandido de la zona bahía. No se busca generar desorden ni competencia desleal a los comerciantes establecidos, sino brindar nuevas oportunidades a emprendedores, en el marco del orden y seguridad urbana”, aclara. Además, que “la peatonalización de zonas del centro es un ejercicio urbano democrático, donde esta acción permitirá no solo medir el grado de aceptación de la ciudadanía a la peatonización sino tener insumos para una reforma a la ordenanza vigente con nuevos enfoques y apegado a la realidad urbana de Guayaquil”.

Pero, a Héctor Pazmiño, de 75 años, quien vende ropa de manera informal por la bahía, le preocupa el mercado provisional que iniciará desde este 1 de diciembre, por la calle Olmedo, donde trabaja con su esposa y donde ya se observa la división de puestos en la vía. No sabe si le tocará irse porque no está en esa lista.

María López, de la Asociación    JJ Olmedo, lo que espera es que se respete el horario que ha establecido el Municipio para el trabajo en las calles peatonalizadas. “Si dice de 9 a 5 de la tarde, que sea eso y no queremos a nadie a nuestros alrededores...    porque si siguen los informales nos vamos a levantar nosotros también como comerciantes de la bahía...”, anuncia.

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