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Ataque. Una de las puertas de vidrio de la UPC donde fue atacada la policía Songor fue destruida en el atentado y ha sido reemplazada por sacos de tierra.Christian Vinueza

Atrincherarse, la opción para garantizar la vida en las UPC

Unidades de la Policía Comunitaria de Nueva Prosperina se refuerzan con sacos y vallas tras ataques Analizan cuarteles intermedios en zonas conflictivas  

Son los que ponen el pecho a las balas; pero los continuos ataques armados y amenazas de organizaciones criminales que se han llevado de por medio hasta la vida de compañeros, los lleva a tomar medidas de prevención cual zona de guerra, para evitar otras pérdidas humanas en el cumplimiento de su deber.

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Con sacos llenos de tierra o arena, vallas de acero y hasta cadenas, tres Unidades de Policía Comunitaria (UPC) pertenecientes al Circuito Nueva Prosperina, considerado como el más violento de Guayaquil, decidieron atrincherarse para salvaguardar la integridad de su personal. La idea surgió tras el ataque armado en el que murió la policía Verónica Songor, el pasado 9 de octubre, y se extendió a otras unidades atacadas durante la madrugada y tarde de terror que vivió el Puerto Principal, así como las ciudades de Durán y Esmeraldas, al inicio de este mes, lo que generó la muerte de cinco policías en servicio activo y otros 9 resultaron heridos.

“Estamos estableciendo seguridades físicas provisionales hasta que se puedan dar las seguridades físicas permanentes que están ya en desarrollo...”, explica el mayor Alexander Martínez, jefe del Circuito Nueva Prosperina al que pertenecen las UPC de Socio Vivienda 1 y 2, esta última atacada también a bala en abril del presente año.

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Barreras. Así permanecen las tres UPC del Circuito Nueva Prosperina.Christian Vinueza

Según el oficial, lo que están haciendo es precautelar la seguridad de quienes viven en las unidades policiales, con el fin de evitar el ataque de bandas organizadas. “Lo que hacemos es garantizar esa seguridad interna, con la finalidad de continuar el trabajo diario que es también garantizar la seguridad en los territorios donde la comunidad lo necesita en sus parques, en sus reuniones...”, reitera Martínez al aclarar que en el tema seguridad no están solos y que cuentan con la colaboración de las autoridades, del presidente, así como de la comunidad, que es la que les donó la tierra y los sacos para poder armar las barricadas. Esto, en medio del deterioro en que se encuentran esas infraestructuras, aún con las huellas de las balas que atravesaron el cuerpo de Songor.

Martínez menciona que el actual ministro del Interior, Juan Zapata, ya les ha informado de la existencia de un plan estructural para poder establecer cuarteles intermedios en zonas conflictivas como los distritos Nueva Prosperina y Sur. Cuarteles que tengan un mayor reforzamiento en las seguridades físicas, pero también del personal adecuado y con unidades especiales que garanticen un efectivo y rápido control de la seguridad. Para su construcción se analiza el sector, el terreno y la población.

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Excepción. Tras la culminación del estado de excepción, en la UPC de Socio Vivienda 2 se ha aumentado el personal policial.Christian Vinueza

Pero, aunque la barriada y la misma policía reconoce que el territorio es muy conflictivo, tanto por los hechos delictivos como por la violencia de género, algunos consideran que ese “atrincheramiento” ahonda más esa percepción de inseguridad que vive la ciudad. “Se ha sentido más tranquilidad en las últimas semanas, luego de que se fijó el estado de excepción, pero no sabemos hasta cuándo durará esta tensa calma. Los policías que están aquí no son suficientes y se necesita de otro tipo de policías para mejor resguardo del sector”, pide un morador de Socio Vivienda 2, quien prefiere omitir su identidad porque ha palpado de cerca lo que es vivir en medio del terror.

A pocos pasos, la UPC 1, también atacada a bala en abril del presente año, ha sido blindada con sacos de arena y tierra y vallas metálicas, lo que brinda seguridad al personal policial, pero también pone barreras a la comunidad.

El mayor Robinson Sánchez, jefe de Operaciones del Distrito Nueva Prosperina, corrobora la decisión tomada por el jefe del circuito por la seguridad de los servidores policiales. “Primero es la vida, la prioridad en esto son nuestros compañeros que vienen acá”, resaltó, mientras se retiraba de hacer el relevo de la mañana, de un total de 50 policías que han quedado resguardando el sector, luego de la culminación del penúltimo estado de excepción que movilizó también a las Fuerzas Armadas y ahora saldrán nuevamente a las calles. Pero tras el relevo y antes de la madrugada de terror, apenas tres policías quedan en la UPC para atender a esa comunidad que reclama por más personal que resguarde las calles, así como le piden a la UPC de la otra unidad, donde quienes quieren contactar con algún policía debe gritarle para que lo atiendan.