El Stade Rennais se convirtió en el nuevo líder de la Ligue 1 de Francia después de superar 0-3 al Saint-Étienne para confirmarse como la revelación de un inicio de curso que se le atraganta a un Olympique de Marsella que pinchó con un empate ante el Metz (1-1).

El equipo de Julien Stéphan se ha convertido en la sorpresa de los primeros compases de la temporada. Acumula cuatro victorias consecutivas y un empate y ya es el líder destacado gracias a un fútbol cimentado en una solidez defensiva que hace efectiva a base de zarpazos en ataque.

Tanto el Stade Rennais como el Saint-Étienne llegaron a la cita empatados a diez puntos en la clasificación. Sin duda, era el duelo de la jornada y uno de los dos tenía la oportunidad de dar un puñetazo encima de la mesa para confirmarse como la revelación del tramo inicial.

Al final, el premio se lo llevó el Stade Rennais después de formar un muro defensivo perfecto con el marroquí Naif Aguerd como jefe de operaciones que además se permitió el lujo de adelantar a su equipo en la primera parte con un poderoso cabezazo a la salida de un córner.

El Saint-Étienne, tras el tanto de Aguerd, cedió en su empuje gracias al trío formado por Eduardo Camavinga, Steven N'Zonzi y Benjamin Bourigeaud en el centro del campo. El primero, con un posible futuro blanco en el Real Madrid, firmó una buena primera parte y fue clave para recoger la pelota y oxigenar a su equipo.

Ya en el segundo acto, con el Saint-Étienne casi fuera de combate, Sehrou Guirassy allanó el camino del Stade Rennais con un remate de volea a centro de Romain del Castillo y Adrien Hunou, casi al final, selló la victoria con un gol de vaselina en el minuto 89 y el 0-3 confirmó el buen momento del equipo de Camavinga, líder contundente de Francia después de cinco jornadas.