Leandro Simbaña
Leandro Simbaña es conocido por su velocidad para llegar a atender a los jugadores.ARCHIVO

El Correcaminos de El Nacional se cansó de no cobrar y va con todo por vía legal

A Leandro Simbaña le deben desde 2018, y Marco Pazos solo le recomendó "que corra" si lo buscan por pensiones alimenticias. 

Leandro Simbaña, el emblemático fisioterapeuta de El Nacional ya no resiste más. Y no se trata de sus´ carreras´ en la cancha para llegar a atender a los jugadores, pues para eso tiene piernas todavía. Pero se cansó de no cobrar, de que le ahoguen las pensiones alimenticias y de que desde la dirigencia se incumplan los ofrecimientos.

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Así lo relató a EXPRESO, tras anunciar su decisión de poner un aviso en el Ministerio de Relaciones Laborales para conseguir cobrar lo que le adeudan. Aunque no quiso revelar la cifra exacta, explicó que existen valores pendientes desde el 2018, desde la época de Lucia Vallecilla al frente del club.

Desde entonces, cuenta, no ha podido cobrar un año completo: “Siempre medio, quincenas, unos meses sí, otros no”. Este año, por ejemplo, solo recibió sus pagos de enero, febrero y marzo, mientras que todavía le adeudan seis meses del año 2024.

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Esa situación lo ha llevado a estar al límite con el pago de las pensiones alimenticias, algo que lo vivió en la época de Vallecilla y debió resolverlo por sus propios medios. Hoy, nuevamente se encuentra con una orden de apremio de parte del juez y tiene que cancelar cuanto antes cerca de 11.000 dólares.

Ante la situación, insistió por sus pagos, pero solo resultó indignado por lo que le dijo Pazos: “Hablé con el presidente y lo que me dijo es que, como yo sé correr bien, corra, porque no me han de coger. Y yo creo que esa no es una respuesta adecuada de una persona de la dirigencia y ante todos estos atropellos e insensibilidad, pues he tomado esta decisión, dura pero necesaria”.

Simbaña, o ´Correcaminos´, como le apoda la hinchada de El Nacional, cuenta que constantemente recibió ofrecimientos que no se cumplieron respecto a plazos y que, de paso, desde la dirigencia buscaron que firme un acuerdo de pago, pero sin incluir valores anteriores al 2024.

Antes, Vallecilla había intentado acabar con su contrato ofreciéndole un valor irrisorio considerando sus 28 años en el equipo. "Me dijo que con la pandemia del Covid, la ley le facultaba para liquidarme por 3000 dolares”, recuerda. Pero en aquella ocasión, la dirigencia dio marcha atrás.

Leandro Simbaña
El fisioterapeuta llegó a El Nacional en 1998, cuando tenía 22 años.ARCHIVO

Pero todos estos hechos constan en el reclamo que ha presentado por medio de un estudio jurídico que ya defendió a otros ex empleados del club, mediante el cual varios, incluso, ya lograron cobrar, aunque les tomó varios meses.

Con esa idea decidió tomar el camino legal, aunque admite que su cariño por el equipo le hizo soportar: “Me pesó mucho ese cariño, esto es algo que lo he venido meditando, pero detrás del Correcaminos, del fisioterapeuta, del profesional, tengo familia y responsabilidades”.

Incertidumbre y muestras de afecto

Ayer, Correcaminos se presentó a la práctica del club como lo hace desde 1998, cuando entró para realizar una pasantía, que luego se convirtió en puesto fijo. La disposición de sus abogados es mantener las condiciones de su contrato en cuanto a horarios y responsabilidades, a la espera de que su caso se solucione, pues a partir de que el club sea notificado, se abre un espacio para mediar y establecer las condiciones de pago.

Simbaña tiene claro que es el cierre de una etapa y recuerda con nostalgia cuando, recién graduado de la Universidad Central, el padre de un amigo le recomendó al equipo criollo, donde también hizo las formativas, pues después de seis años, en 2004, lo ascendieron al primer equipo, donde se mantiene hasta la actualidad.

Con 49 años, el profesional aspira acabar este momento duro de su vida y poder encontrar espacio en algún otro club, aunque admite que él soñaba con jubilarse en El Nacional. “Siempre hacíamos broma con los profes y los jugadores. Yo les decía que solo el día que esté cojo, yo mismo me retiraría. Era la idea, sin pensar en que iban a darse estos temas económicos, pero uno no es dueño del destino”, reflexiona.

“He recibido mensajes de apoyo, -también de duda, de asombro, tristeza-, de todas partes del país. Siento que he dejado un legado muy bonito y no quisiera dejar esta actividad. Ojalá se dé la posibilidad incluso de quedarme en El Nacional. Pero ahora que he empezado esta lucha tengo que seguir, porque me he ganado con esfuerzo todo lo que me adeudan”, cerró.

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