desempleo
La mayoría de jóvenes de más de 18 años tienen dificultades para encontrar empleoexpreso

Análisis de la situación laboral de los jóvenes en Ecuador: desafíos y oportunidades

La mayoría de jóvenes mayores de 18 se enfrentan al desempleo

La situación laboral de los jóvenes en Ecuador entre 2020 y 2025 revela una dinámica marcada por la alta participación juvenil en el mercado formal, pero también por una notable inestabilidad. De los más de 12 millones de contratos registrados en ese período, más del 50% fueron suscritos por personas entre 18 y 29 años. Sin embargo, esta misma franja etaria representa el 51,6% de los contratos finalizados, lo que evidencia una alta rotación y una limitada capacidad de retención laboral.

Te podría interesar: ¿Jóvenes en Acción es la solución definitiva para ocupar a los ‘ninis' de Ecuador?

La concentración del empleo formal en cantones como Guayaquil, Quito y Cuenca, junto con la predominancia de sectores como servicios administrativos, manufactura y actividades no categorizadas, dibuja un panorama donde las oportunidades existen, pero están condicionadas por factores estructurales y normativos.

EXPRESO conversó con el empresario agroindustrial Francisco Parra, quien explica sobre los límites del sistema, la efectividad de programas como “Jóvenes en Acción” y las condiciones necesarias para que el empleo juvenil sea sostenible.

Desafíos estructurales: alta rotación y rigidez normativa

Uno de los principales desafíos que enfrentan los jóvenes en el mercado laboral ecuatoriano es la alta rotación contractual. De los 9.437.268 contratos finalizados entre 2020 y 2025, casi la mitad correspondieron a jóvenes, según los datos del Ministerio de Trabajo. Esta volatilidad se concentra en sectores descritos como “otros tipos de actividad económica”, servicios administrativos y manufactura, que si bien generan empleo, también presentan altos niveles de informalidad o temporalidad.

Hay un desajuste entre lo que ofrece el sistema educativo y lo que necesita el mercado

Francisco Parra

Empresario de agroindustria

Francisco Parra señala que la legislación laboral ecuatoriana, aunque protectora de los derechos del trabajador, puede convertirse en una barrera para la contratación.

“Existe una rigurosidad para contratar, y no hay mecanismos que defiendan al empresario si el trabajador no es un buen elemento. La ley tiende a favorecer al empleado, incluso cuando no cumple con el perfil”, afirma. Esta percepción genera inseguridad jurídica y limita la disposición del sector privado para ampliar su oferta laboral.

Además, Parra advierte sobre la falta de cultura de empleabilidad, que se traduce en fenómenos como la sobrecalificación y la subcalificación. “Hay jóvenes que no cumplen el perfil, y otros que están demasiado preparados. Eso genera frustración y desajuste entre lo que ofrece el sistema educativo y lo que necesita el mercado”, explica.

Oportunidades reales: sectores dinámicos y habilidades blandas

A pesar de los desafíos, existen oportunidades concretas para los jóvenes en Ecuador. Los datos del Ministerio de Trabajo muestran que los 684.574 contratos vigentes siguen concentrándose en sectores como manufactura, servicios administrativos y alojamiento, con una fuerte presencia juvenil del 47,93%. Además, el contrato indefinido continúa siendo el más común entre los vigentes con un número de 411.982 desde el 2020 hasta la fecha, lo que indica que aún hay espacios de estabilidad.

Parra identifica al sector financiero y al comercial como los más abiertos a contratar jóvenes, especialmente porque cuentan con escuelas de inducción que permiten formar talento desde cero. “Son los sectores que menos recepción tienen y que están preparados para capacitar. Ahí hay plazas de trabajo”, asegura.

Respecto a las habilidades que buscan los empleadores, Parra es enfático: “Comunicación, capacidad de aprender y actitud. Si el joven no tiene experiencia, pero demuestra estas tres cosas, lo contrato”. Estas competencias blandas se convierten en un diferencial clave para acceder al empleo, incluso en contextos de alta competencia.

Emprendimiento juvenil: alternativa con cautela

El emprendimiento aparece como una vía alternativa para los jóvenes que no logran insertarse en el mercado formal. Parra reconoce su potencial, pero también advierte sobre los riesgos. “Si lo que estás haciendo te da más del 50% de tu salario actual y trabajas menos de la mitad del tiempo, estás emprendiendo bien. Pero si no, no dejes tu trabajo”, recomienda.

El éxito emprendedor depende de múltiples factores: estrategia, contexto, acceso a financiamiento y capacidad de gestión. Por eso, Parra insiste en que no existe una receta única. “Como mentor, mi responsabilidad es mostrar opciones, pero cada quien debe tomar sus decisiones con cautela”, afirma.

Graduados
Algunos jóvenes graduados se topan con pocas oportunidades laborales o perfiles que no son compatiblesCANVA

Jóvenes en Acción: buenas intenciones, baja oferta

El programa “Jóvenes en Acción” impulsado por el gobierno ha generado expectativas, pero también frustraciones. Parra relata que la plataforma colapsó en menos de cuatro horas tras su lanzamiento, lo que evidencia la desproporción entre la demanda juvenil y la oferta disponible. “Las intenciones son buenas, pero la oferta es baja. El Estado no puede darse abasto por sí solo”, afirma.

Para que este tipo de iniciativas tengan impacto real, Parra propone una mayor articulación con el sector privado y una reforma legal que incentive la contratación sin debilitar los derechos laborales. “La Asamblea debería generar leyes que sean ampliables con el sector empresarial, sin afectar los derechos del trabajador”, sostiene.

Referencial. Jóvenes en Acción 2025 inicia hoy su postulación.

Jóvenes en Acción 2025: ¿Qué pasa con la página web?

Leer más

¿Una nueva cultura de empleo?

Más allá de reformas legales o programas específicos, Parra subraya la necesidad de construir una cultura de empleabilidad en Ecuador. Esto implica valorar las carreras técnicas, ajustar los perfiles educativos a las necesidades del mercado y fomentar habilidades blandas desde la formación inicial. “Aquí se satanizó bastante las carreras técnicas. Hay que volver a ellas, porque permiten una inserción más rápida y ajustada a la realidad laboral”, sostiene.

Además, destaca que la oferta laboral se reduce a medida que se asciende en la pirámide organizacional. “Mientras más alto aspiras, menos plazas hay. Eso también hay que considerarlo”, concluye.

¿Quieres seguir leyendo el contenido de EXPRESO? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!