En la rueda de prensa posterior a la derota (2-0) ante Delfín, el técnico de Emelec, Ismael Rescalvo, defendía "el buen trabajo" realizado por su equipo en el estadio Jocay, en la fecha que marcó el reinicio de la LigaPro, luego de la paralización provocada por la pandemia de la Covid-19.

"Sabíamos que eran tres puntos importantes. El equipo hizo méritos, los méritos evidentemente no suman puntos. El plan de juego se llevó a cabo en su totalidad. Al final al generar tantas opciones de gol y no concretarlas, queda seguir trabajando y corrigiendo”, declaró Rescalvo.

Sin embargo la actualidad del Bombillo muestra todo lo contrario. Dos acciones de gol, una de Facundo Barceló y otra de Robert Burbano, aparecen dentro de la librerta de anotaciones como lo rescatable. Muy poco para un plantel armado para buscar cosas grandes y que ya tiene bastante tiempo bajo la dirección del entrenador español.

Jugadas cinco fechas, los azules apenas suman cuatro puntos, producto de un triunfo, un empate y tres derrotas, con siete goles a favor, pero la misma cantidad en contra.

Emelec no muestra en el centro de su zaga la seguridad que se necesita para aspirar a cosas grandes. Leandro Vega va de mal en peor, en una temporada que no da margen al error. 

Ante Delfín, y pese a que el reglamento le permite realizar hasta cinco cambios, Rescalvo apenas utilizó dos, denunciando que no tiene mucho de dónde elegir. 

Con este panorama y con jugadores como José Francisco Cevallos, Facundo Barceló y Bryan Cabezas, quienes lucen totamente desconectados, en un sistema que parecen no interpretar, el futuro de Emelec no luce muy prometedor.