Ya estamos en plena temporada playera y es común que muchas personas exfolien su piel casi a diario con el afán de dejarla lista para un perfecto bronceado bajo el sol (y con una margarita en mano). Pero, ¿sabe usted que si lo hace muy frecuente, en lugar de obtener resultados positivos, está maltratando la epidermis y podría causarle un daño permanente?

Así lo alerta la dermatóloga Paola Félix, quien explica que la exfoliación consiste en retirar las células muertas de la capa más superficial de la piel, es decir, el estrato córneo de la epidermis. La técnica debe aplicarse cada siete días porque si lo hace muy seguido, lastima la siguiente capa (el estrato lúcido) y deja la piel indefensa y expuesta a contaminantes, microorganismos o rayos solares, lo que se traduciría en la aparición de manchas y fotoenvejecimiento.

Peligros

• Envejecimiento prematuro. Al dejar desprotegida la córnea se acelera la aparición de las líneas de expresión.
• Engrosamiento de la piel. Pierde luminosidad, y al tacto, la piel se siente gruesa, además de opaca y desgastada.
• Quemaduras e irritación. Se presentan porque la manipulación del producto no es la adecuada. Se aplica con demasiada fricción.
• Comezón, enrojecimiento y sensibilidad. Son causados por la excesiva sequedad.
• Sensibilidad a los rayos solares. Al estar frágil, la hace más susceptible a quemaduras, aparición de lunares y manchas.
• Pérdida de los aceites naturales. En la epidermis existen ciertos tipos de ceramidas útiles para la hidratación. Al estimularlas en exceso, se elimina este componente e incentiva la resequedad.
• Absorción excesiva de sustancias contaminantes. Una piel lacerada o irritada, es vulnerable a la contaminación de virus, bacterias o infecciones (como un herpes simple).

No es para todos

La dermatóloga Mireya Arce recalca que la exfoliación es recomendada solo para quienes tengan pieles grasas, mixtas o acné residual. “Las secas, sensibles o con enfermedades dermatológicas (como psoriasis) tienen más posibilidades de irritarse o sufrir algún daño más grave”.

Los adolescentes pueden hacerla a partir de los 15 años. Está contraindicado para niños y personas de la tercera edad porque al tener la dermis más delgada, pierden colágeno, elastina y tejido graso con más facilidad.

¿Qué hacer?

Si ya padece alguna de las consecuencias citadas, no tema, sí existe solución. Lo primero que debe hacer, según la doctora Arce, es desechar todos los productos que ofrezcan exfoliación en la dermis. Reemplácelos por jabones con glicerina o pH neutro (de 6 a 7 %), cremas regeneradoras (preferiblemente con beta-sitosterol, ácido graso de origen vegetal); y aceite de coco para máxima hidratación. “Opte siempre por productos dermatológicos”, recalca.

¡Alerta!

Jamás debe exfoliarse el mismo día que va a la playa (el agua con sal y el sol sensibiliza la piel y a largo plazo, puede tener consecuencias negativas permanentes).

Rutina adecuada

La doctora Félix acentúa que la noche es el mejor momento para hacer esta rutina de belleza. En la mañana, los rayos solares irritan la piel.

1. Retire el maquillaje con agua micelar.
2. Limpie la zona con agua.
3. Lave el rostro u otra parte del cuerpo con jabón.
4. Mezcle el jabón y el exfoliante. Exfolie con movimientos circulares por máximo dos minutos. No debe doler o arder.
5. Limpie toda el área y aplique nuevamente agua micelar.
6. Finalice con crema hidratante.

Exfoliantes caseros

• Sal marina, café, avena o azúcar morena.
• Los puede aplicar solos o mezclándolos con limón, aguacate o vino (contiene resveratrol, conocido como molécula de la eterna juventud gracias a sus antioxidantes que potencian las fibras de colágeno).

En cabina

• Química. Con peelings, tratamiento en el que se utilizan sustancias ácidas para además de eliminar las células muertas, disminuye las líneas de expresión, hidrata y da luminosidad. Es recomendado hacerlo cada 15 días.
• Con aparatología. Se procede a la microdermoabrasión o láser Co2 que provoca ablación en la piel. Puede ser una vez al mes.