Hay esos días en los que los dolores o alguna inflamación nos atormentan, pero no queremos depender de una pastilla o al menos esperamos tener una ayuda extra que nos ayude a terminar con las molestias. La piña podría darnos ese alivio.

Un estudio desarrollado en Brasil, en la Universidad Federal de Sao Paulo, halló que en esta fruta existe una enzima llamada bromelina, que es capaz de liberar una especie de morfina endógena. En otras palabras, ayuda al control del dolor.

Para conocer sobre los beneficios de la piña, los científicos iniciaron la investigación en ratones. A ellos les dieron de comer precisamente esa parte donde se produce la bromelina y que está en la pulpa y en el tallo. Allí detectaron su acción analgésica.

¿Pero en qué momento la fruta hace su efecto? Unas tres horas después de comerla, según los investigadores.

Este trabajo confirma la teoría que tenían los indígenas americanos por siglos sobre el poder de la piña en el control del dolor.

A esta se le han atribuido propiedades medicinales diversas. Lo cierto es que contiene vitaminas C o ácido ascórbico, B9 o folato, A y B3 o niacina, también potasio, magnesio, calcio, fósforo, yodo, sodio, zinc y hierro. Así que mientras disfrutas de su sabor, también te recargas de sus vitaminas y beneficios.