El alzhéimer es uno de los trastornos neurodegenerativos más frecuentes y se caracteriza por ser una enfermedad progresiva que afecta principalmente a la memoria episódica es decir, la que se enfoca en recordar lugares, eventos y otras funciones cognitivas importantes como la orientación, atención, entre otras. Así lo explica Alison Rodríguez, psicóloga máster en neurociencia cognitiva y neuropsicología, quien menciona que el grupo etario más vulnerable a presentar esta patología es de quienes superan los 65 años.

Signos de alerta

• Cambios en la memoria que provocan mucha dificultad para desarrollar tareas habituales. 
• No recordar información recién aprendida como fechas, eventos o nombres.
• Alteración en la función ejecutiva como planificar cosas o resolver problemas. Por ejemplo: dificultad para llevar el control económico del hogar, seguir una receta con pasos previos o algo que esté relacionado a seguir instrucciones.
• Desorientación en tiempo y lugar. No sabe cómo llegar a un lugar.
• Olvidar en qué fecha vive (es más grave cuando no sabe en el año en el que se encuentra)
• Colocar los objetos en lugares incorrectos. Por ejemplo, los cubiertos en el joyero o los zapatos en la refrigeradora.
• Dificultad para hablar o mantener una conversación fluida.
• Aislarse al tener pérdida de iniciativa para participar en actividades grupales.
• Cambios de humor repentinos, personalidad agresiva, molesta o depresiva.

¿Qué hacer?

La detección temprana puede aliviar algunos síntomas y mantener la independencia de la persona por más tiempo. Es necesario que el paciente acuda a un neurólogo y al neuropsicólogo para que exista una evaluación profunda de las funciones que pueden estar afectadas.

La medicación la determina el neurólogo y del tratamiento no farmacológico, que es la intervención terapéutica, está encargo el neuropsicólogo. “Aunque no existe un tratamiento que cure el alzheimer, dependiendo del nivel de deterioro, se elabora un plan de intervención para mantener el mayor tiempo posible la independencia de la persona”, dice Rodríguez.

Medidas a tomar

Una vez que tiene un familiar con alzhéimer en casa, todos los días debe orientarlo en tiempo y espacio de donde se encuentra, deben mantener conversaciones de temas actuales, crear una rutina y darle un calendario con las fechas claves a recordar. Es importante realizar adaptaciones del mobiliario en el hogar para evitar caídas o golpes porque existe la posibilidad de que olvide donde se encuentran los artículos.

Practicar una buena alimentación, hacer ejercicio y actividades lúdicas de entrenamiento cognitivo como trabajos manuales. “No hay que tratarlos como niños, anímelos a que sigan activos. Es normal que la familia tenga miedo de que su ser querido se lastime, pero lo crucial es mantener siempre la supervisión”.

¿El alzhéimer puede ser hereditario? 

La experta menciona que no es 100 % seguro, pero si sus padres o abuelos han tenido este trastorno, “es importante que a los 40 a 45 años se someta a una evaluación neuropsicológica completa, a los 60 años repetirla y así saber si ha habido o no algún tipo de deterioro”.