Si has sido diagnosticado con diabetes, es importante que mantengas tus niveles de glucosa (azúcar en sangre) controlados, pues si estos presentan elevaciones constantes pueden afectar a los pequeños vasos de la retina.

Es allí cuando aparece la retinopatía diabética, que es la principal causa se ceguera en adultos en edad económicamente activa y afecta a una de cada tres personas con diabetes.

El riesgo de padecerla aumenta con la duración de la enfermedad y la edad; se estima que después de 20 años de padecer diabetes, el 99 % de los diabéticos tipo 1 y el 60 % de  tipo 2, presentan algún grado de retinopatía diabética, explica la doctora Jamel Corredores Dieb, especialista en retina y vitreo.

"La retinopatía diabética se diagnostica a través de un examen oftalmológico, específicamente con el 'fondo de ojo' y se recomienda que los diabéticos tipo 1 (o diabetes juvenil) se realicen su primer chequeo a partir de los 15 años y los  tipo 2, deben someterse a un fondo de ojo cada 6 a 12 meses a partir del día de su diagnóstico", explica la profesional especializada en Israel.

Los pacientes con grado leve de retinopatia diabética deben continuar en control oftalmológico cada 6 meses y en caso de ser de moderada a severa se recomienda que el chequeo sea más frecuente, cada 3 o 4 meses, ya que la misma progresa mas rápida y agresivamente", indica.

La doctora Corredores recomienda llevar un control de la glucosa. Es el parámetro más importante para prevenir el daño en la visión. Estudios han demostrado que un control adecuado reduce el riesgo de desarrollar retinopatía diabética en un 76 % y disminuye la progresión de la misma en un 54 %. "Este control se mide con la hemoglobina glicosilada, que se realiza a través de un examen de sangre", indica.

Otros factores asociados en la prevención o retraso de la progresión de la enfermedad son el control de la presión arterial y de los lípidos (como el colesterol).

¿Cómo debe tratarse? Hay varias opciones:

• Sesiones de láser aplicado a la retina para destruir o evitar la formación de nuevos vasos.

• Inyecciones intraoculares de anti-angiogénicos o corticosteroides para reducir el edema macular.

• Tratamiento quirúrgico con vitrectomia para reparar desprendimientos de retina traccionales o limpiar una hemorragia vitrea.

"Si tú o alguien de los tuyos ha sido diagnosticado con diabetes, además de los cambios en la dieta y el estilo de vida para controlar la enfermedad, un examen oftalmológico de base es de gran utilidad para cuidar tu salud visual", concluye la profesional.