Yermo. Primer premio en la categoría Medio ambiente (Historias).

World Press Photo, una mirada a los problemas del mundo

La lucha por comida, medicinas y derechos es una postal diaria en Venezuela, pero a pesar de ello y de las miles de desgarradoras gráficas que la situación del país vecino podría generar es la foto de un joven, envuelto en llamas durante las protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro, la ganadora del concurso World Press Photo.

La competencia, considerada el referente mundial del fotoperiodismo, ofrece no solo fotos, sino historias que evocan situaciones sociales, políticas, históricas o culturales de cualquier nación y que permiten dar a conocer, de primera mano, los hechos.

Fueron 73.000 fotos, provenientes de 125 países las que participaron en esta edición. Sin embargo, solo 350 imágenes de 42 fotografos fueron las elegidas. De ellas, sólo 137 estarán expuestas hasta el 20 de septiembre en la Sala de Arte Polivalente del Museo Municipal de la ciudad.

Aunque existen ocho categorías para aplicar, tales como Temas Contemporáneos, Medio Ambiente, Noticias, Proyectos Amplios, Naturaleza, entre otros, es el título de ‘Foto del Año’ la más deseada por los participantes. Ronaldo Schemidt, de la agencia France Presse (AFP), fue el que se adjudicó ese galardón, además del premio que consistía en 10.000 euros y una cámara Cannon. Su imagen muestra a José Víctor Salazar Balza, de 28 años, quemándose durante un disturbio ocurrido en el país venezolano en mayo de 2017.

Jerzey Brinkhof, curador de la muestra, cree que las características que busca el jurado para que una gráfica sea la ganadora es que se cuente una historia, tenga fuerza visual y las técnicas estén correctamente empleadas. Sin embargo, a su criterio la esencia que hace ‘buena’ a una gráfica es la capcidad de llevar al espectador a pensar y sobre todo, a actuar.

Cuenta además que la muestra es una manera de que el público tome conciencia sobre el precio de la información. “Muy importante es la exposición de aquí y en Quito porque las personas tienen la oportunidas de detenerse ante las fotos y darse cuenta del esfuerzo que cuesta brindar la información. No solo el esfuerzo, sino también los peligros que se corren” explicó el curador holandés de tan solo 24 años.