Los virus tambien viajan en el bus
Un estudio realizado en 58 ciudades del mundo (no incluye al Ecuador) halló todo un atlas de comunidades de microorganismos urbanos.
Una investigación publicada en BioRxiv, un repositorio de acceso abierto para trabajos aún no impresos que permite a los autores poner sus descubrimientos al alcance de la comunidad científica de manera inmediata, se identificaron 4.424 especies conocidas. De ellas, 1.145 se detectaron en más de 70 por ciento de las muestras y 61, en más de 95 por ciento. Estas últimas además no se encuentren en la microbiota normal humana (de la piel y las vías respiratorias) ni del suelo natural.
En América Latina, el estudio incluyó transporte urbano o subterráneo de San Pablo, Río de Janeiro, Bogotá (el TransMilenio) y Santiago de Chile. Allí la prevalencia de genes de RAM en los microorganismos hallados es entre 10 y 20 veces mayor a ciudades de otras regiones. Rio de Janeiro y Bogotá, por ejemplo, presentaron 10 veces más prevalencia de genes RAM que París, Baltimore o Singapur.
El estudio consigna que más de 50 por ciento del material genético recolectado no se pudo asignar a una especie conocida, por lo que representaría microorganismos no descubiertos.
El Consorcio Internacional MetaSUB (International Metagenomics and Metadesign of Subways and Urban Biomes), reúne a expertos de África, América, Asia, Europa y Oceanía. Estos tomaron 3.741 muestras de pasamanos, máquinas expendedoras de boletos y paredes, de los subtes.
A partir de estas muestras caracterizaron el conjunto de bacterias, virus y hongos (llamado microbiota) presentes en estos ambientes urbanos, analizaron sus características genéticas (que origina un microbioma), evaluaron su variación por país y la resistencia antimicrobiana (RAM).
“Esto nos hace pensar que la ciudad es un ecosistema en sí mismo, con una comunidad estable de microorganismos propia”, dice a SciDev.Net uno de los autores, Eduardo Castro-Nallar, del Centro de Bioinformática y Biología Integrativa de la Universidad Andrés Bello, en Santiago, Chile.
El estudio también determinó que la RAM tiene un fuerte componente geográfico porque existen ciertos patrones consistentes. “Si bien muchos microorganismos están presentes en varias ciudades existe una suerte de firma microbiana que identifica a cada ciudad; uno podría tomar una muestra, analizarla y predecir su origen, casi con exactitud”, afirma Castro-Nallar.
Marino Buslje coincide con esa afirmación: “Es de esperar que los datos generados en este estudio mundial sean tomados en cuenta por funcionarios gubernamentales para la toma de decisiones clínicas y políticas de salud, y también ayude a médicos y profesionales de la salud para el diagnóstico y elección de tratamientos ante infecciones”, concluye.