Sitio. El capitán Jairo Prado quedó tendido a pocos metros de la delegación de tránsito, donde recién llegaba.

Vigilante y trabajador mueren en un tiroteo

Cargo. Prado recién había ascendido al grado de capitán y se desempeñaba como jefe de la delegación encargada de patrullar la Perimetral y vía a la costa.

El capitán de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), Jairo Prado Véliz, estaba por iniciar una jornada más de trabajo, cuando una bala le impidió continuar el corto camino que le quedaba para llegar a su oficina.

Dos desconocidos a bordo de una motocicleta de color rojo con negro lo interceptaron y, sin mediar palabras, le dispararon directamente en la cabeza, provocando su muerte al instante, igual que la de otro ciudadano.

El hecho ocurrió cerca de las 13:40 de ayer, a unos cinco metros de la delegación 5 de la CTE ubicada en la avenida Juan Tanca Marengo, frente a la ciudadela Martha de Roldós, en el norte de Guayaquil.

Según testigos, los hombres de aproximadamente 25 años se acercaron a Prado y le dispararon a quemarropa.

Luego regresaron por la misma calle hacia la avenida Juan Tanca, cuando un trabajador de aproximadamente 60 años y encargado de un montacargas que estaba estacionado en la intersección, intentó derribarlos al tiempo que alertaba para evitar que escaparan.

De pronto, el hombre que iba en la parte de atrás de la moto se bajó y le disparó en dos ocasiones. Una de las balas le impactó en el corazón. Tras el doble crimen, los delincuentes huyeron.

En cuestión de minutos empezaron a llegar agentes de la Dinased, Criminalística y Fiscalía, quienes acordonaron la escena para la recolección de los indicios. Los cadáveres fueron levantados con la presencia del fiscal Víctor González, quien recababa la información para determinar el posible móvil y con ellos a los responsables.

Julio César Quiñónez, gobernador del Guayas, llegó cerca de las 15:15 para conocer de cerca la situación. Dialogó con varios oficiales, recorrió el lugar y se retiró.

Los familiares del hombre que manejaba el montacargas fueron los primeros en llegar y de inmediato se acercaron a conversar con los vigilantes.

Una hija del capitán Prado arribó en el momento en que personal de Criminalística lo ingresaba al vehículo de Medicina Forense.

Mientras, miembros de la Policía que patrullaban por el sector de la Juan Montalvo encontraron una motocicleta que se presume fue la que utilizaron para cometer el crimen.

En la tarde, trascendía la detención de un sospechoso.

Horas antes del crimen, en el mismo sector se suscitó un accidente de tránsito entre dos vehículos. En uno de ellos, según dijeron testigos, viajaban dos personas que escapaban de un robo por la zona.