
El vertigo de la economia
Si se compara la economía del país con el cuerpo humano, se puede decir que se le bajó la presión, y urge un poco de azúcar (liquidez), para superar el vértigo (contracción). Hay un coctel de cifras sobre el crecimiento económico para este año que in
Si se compara la economía del país con el cuerpo humano, se puede decir que se le bajó la presión, y urge un poco de azúcar (liquidez), para superar el vértigo (contracción). Hay un coctel de cifras sobre el crecimiento económico para este año que indican que la situación de Ecuador, por ahora, no es la mejor: las cifras oficiales dicen que habrá un decrecimiento al pasar de 3,7 % en 2014 a 0,3 % en 2016. La proyección del Fondo Monetario Internacional para este año es de -4,5 % y la del Banco Mundial, del -0,9 %.
El efecto macro se palpa en 11 sectores productivos que tienen cifras negativas en su desempeño económico-fiscal; mientras solo dos tienen resultados positivos. Así lo presenta el índice de Nivel de Actividad Registrada, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), de enero de 2016.
Pero, ¿qué implica ello para el bolsillo común? Un zoom al sector de la construcción, considerado como el termómetro de la economía, dará la respuesta.
La escena en el sector tradicional de Guayaquil, donde se ofertan productos como cemento, arena, piedra y baldosas habla por sí sola. Son las 10:00, en la avenida Machala entre Sucre y Colón, unos dueños de los locales de materiales de construcción están conversando con cargadores, choferes y albañiles; otros leen el Diario EXTRA. El grupo manifiesta que hay días en que no ganan ni un dólar.
Vicente Briones, comerciante del lugar, dice a Diario EXPRESO que él en las primeras semanas del 2015 ganaba más o menos 80 dólares por día y ahora a lo mucho cinco dólares.
La falta de venta es solo uno de los efectos de que el desempeño económico-fiscal del sector construcción, que en enero de este año es de -45,48 %, según el INEC. Pero si se aumenta el zoom, para ver qué está pasando con la venta de cemento, por ejemplo, Análisis Semanal, Inecyc y Banco Central, indican que las ventas en febrero fueron de 364.000 toneladas y que la caída en relación a enero de este año es de 3,7 %. En lo que va de 2016 la baja es de 19,7 % (interanual). Briones tiene sus propias cifras: hace un año vendía hasta 300 sacos de cemento, por día, ahora 30.
En cada escena el resultado es el mismo: hay menos dinero en el bolsillo, por lo tanto, bajan las ventas y hay menos empleo. Luis Paredes, albañil, dice: “con suerte logro tener una obra al mes”. Iván Gutiérrez, administrador de D’Construcción, indica que la situación económica lo obligó a prescindir del trabajo de 12 de sus colaboradores. Por ahora solo quedaron la dueña, que es su hija, unos familiares y él.
Los tres sectores que más han bajado su desempeño económico- fiscal, es la construcción (-45,48 %), pesca (-35 %) y agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-23,04 %), donde la afectación de la cadena de comercialización es similar al sector tomado como ejemplo.
Silverio Durán, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción, dice a Diario EXPRESO que la situación para las empresas de la construcción es más crítica cuando se ve que el Gobierno aún debe a 78 constructores alrededor de 907 millones de dólares.
Así el vértigo de la economía del país se siente en el bolsillo común, tal como lo evidencian las cifras.
Las bajas ventas lo obligan a reducir la plantilla y el local alquilado
El arquitecto Iván Gutiérrez, administrador del local de D’Construcción, ubicado en Machala y Sucre, dice que las ventas de los materiales de construcción en su negocio han bajado en un 80 %. ¿El efecto? Se ha visto obligado a reducir el número de trabajadores que tenía (12). Además, desde el próximo mes también va acortar el espacio del local; lo va a partir por la mitad para que el alquiler le cueste $ 900 y no $ 2.000 como paga ahora. En el mercado está desde hace 12 años.