
Venezuela y Espana, una crisis reavivada por insultos
El Gobierno español decidió elevar un escalón su respuesta a los reiterados exabruptos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. El Ministerio de Asuntos Exteriores llamó a consultas (lo que supone una retirada temporal) al embajador de España en Ca
El Gobierno español decidió elevar un escalón su respuesta a los reiterados exabruptos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. El Ministerio de Asuntos Exteriores llamó a consultas (lo que supone una retirada temporal) al embajador de España en Caracas, Antonio Pérez Hernández, por los últimos insultos de Maduro.
El presidente venezolano tachó el jueves a Rajoy de “racista, basura corrupta y basura colonialista”, al término de una marcha chavista en Caracas contra la Ley de Amnistía aprobada por el Parlamento venezolano, que controla la oposición.
El director general para Iberoamérica, Pablo Gómez de Olea, hizo un informe para el embajador de Venezuela en España, Mario Isea, al que había convocado ayer al mediodía para trasladarle su “más enérgico rechazo por los intolerables insultos” de Maduro a Rajoy.
Según una nota difundida por la Oficina de Información Diplomática, el Gobierno español “lamenta que esta actitud, impropia del respeto que debe regir las relaciones entre Gobiernos, se haya convertido en una práctica habitual en el jefe del Estado venezolano”.
“Racista te dije Rajoy, colonialista te dije Rajoy, basura corrupta te dije Rajoy, a Venezuela se la respeta”, bramó Maduro en el Palacio de Miraflores.
“En España están aterrados porque ha surgido una organización y un liderazgo propios”, añadió, en aparente referencia a Podemos. “Tiembla la oligarquía española como le tembló a Simón Bolívar que hace 200 años los expulsó a bayoneta limpia, tiembla la oligarquía colonialista y racista de Rajoy y de todos ellos”, añadió. Sus diatribas se dirigieron también contra algunos medios de comunicación españoles, como Antena 3.
La vicepresidenta del Gobierno español en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, explicó ayer, en una rueda de prensa, que España expresa su “absoluto rechazo” a los insultos de Maduro y considera que la actitud del presidente venezolano se ha convertido “en una práctica habitual”. Santamaría calificó de “intolerables” los pronunciamientos expresó la preocupación de España por la situación en el país caribeño.
La de ayer es la quinta vez que Exteriores convoca al embajador de Venezuela en Madrid para quejarse por los exabruptos de Maduro. El pasado 27 de julio, Exteriores le trasladó su “rechazo y malestar por los inaceptables insultos” del presidente venezolano, quien tachó a Rajoy de “sicario del pueblo”. La última vez que lo hizo fue el 22 de enero pasado cuando, además de protestar por los reiterados insultos, Exteriores le pidió explicaciones por el viaje que, en un avión de la Fuerza Aérea venezolana, hicieron a Caracas en 2014 cargos de Podemos y familiares de presos de ETA.
Tampoco es la primera ocasión en que España llama a consultas a su embajador. Lo hizo hace un año, después de que Maduro acusara a Rajoy de apoyar el terrorismo en Venezuela y formar parte de una conjura internacional contra su Gobierno. Unas declaraciones conciliadoras de Maduro permitieron, semanas después, que el embajador regresara a su puesto.
Pese a todos estos encontronazos, el Gobierno venezolano nunca ha cumplido su amenaza de tomar medidas contra los intereses españoles en el país.