Unidad nacional democratica
A mí mismo me parece un tanto “escapista” plantear el tema de la unidad nacional cuando se dan circunstancias coyunturales de enorme trascendencia, tal cual la de que hoy se inicia el recuento de una parte de los votos. Pero... ¿qué podría plantear sobre el asunto? Decir que consolida una farsa que continúa lo que ha sido el proceso electoral desde la primera vuelta, no es sino descubrir la pólvora. En ninguna parte de nuestras leyes existe la posibilidad de utilizar soluciones supralegales. Con lo que ocurra hoy se intenta constituir lo que es llamado una democracia aleatoria y ella no existe, salvo como metáfora cínica. Por eso, es apenas un hecho que constituye el cierre de la crónica de una usurpación anunciada.
De allí que, en efecto, aunque parezca escapista frente a la dura realidad nacional, creo firmemente que “escapismo” sería insistir sobre lo coyuntural dejando de lado lo realmente trascendental.
Lo trascendental en este caso, (dado el surgimiento de un “nuevo” gobierno que será peor de lo mismo, puesto que adolecerá de todos los defectos y probablemente será ajeno a las pocas virtudes que se le pueden asignar) deberá ser consolidar una gran unidad nacional democrática que impida la deriva tan temida por muchos, pero tan inconscientemente tolerada por otros: la deriva hacia una situación como la venezolana.
Conste que no niego las posibilidades de estar perfectamente equivocado y por ello cerrando los caminos a toda esperanza de que las cosas vayan por un lado diferente y mejor. Nada me encantaría más pero, siendo honesto, creo estar, lamentablemente, en lo cierto y entonces, frente a la crisis ética, económica, política y social que será ostensible en los próximos meses, lo único que podrá evitar que caigamos en un gran caos, será el contar con liderazgos lúcidos y aguerridos que, manteniendo en alto los principios de la democracia, impidan la consolidación de nuevos y mayores atropellos a las libertades.
Así, frente a las duras circunstancias que deberemos enfrentar, llamo a entender que unidos impediremos la consolidación de los afanes totalitarios en el inmediato porvenir.
