Unidad nacional
Ante los momentos de crisis y dolor que atraviesa nuestro país por los siete asesinados y los dos secuestrados por bandas de guerrilleros terroristas, múltiples voces y escritos de libres pensadores de variados sectores productivos, medios de comunicación, academia, gremios, instituciones y sociedad civil de todos los rincones de la patria, de los partidos políticos y tendencias ideológicas -menos una-, han expresado su repudio y pesar por estas actuaciones de grupos delictivos, que quieren seguir aplicando el “statu quo” de permisividad y convivencia de los años anteriores. Basta ha dicho el pueblo en sus repetidas y multitudinarias marchas; queremos paz y unidad nacional. Se necesita una lucha frontal contra la delincuencia y contra la corrupción que hizo metástasis como un cáncer social en todos los estratos de la década oscurantista y en los estamentos donde, enraizado, aún sigue operando.
El 20 de junio de 2017 el presidente Lenín Moreno lanzó el Diálogo Nacional desde la Gobernación del Guayas y en su discurso de inauguración de las mesas de diálogo señaló que “el peor enemigo del diálogo es la vanidad, el creer que los conceptos que tiene uno son los verdaderos” (Desde mi Columna 08 -07-17). Y ya se ha demostrado que no son verdaderos los conceptos de los aliados y cognados del gobierno anterior.
Éste dialogo real debe llevar a acuerdos para unificar al país por medio de un gobierno de coalición para la unidad nacional, entendiéndose que “coalición es un pacto o acuerdo entre personas, grupos sociales, políticos o Estados, para lograr un fin común que requiera de una gran unión para enfrentar problemas, conforme lo demuestran las páginas de la historia”. (Desde mi Columna 06-01-18). Ahora más que nunca debemos estar y permanecer unidos, pero no se logrará el objetivo si seguimos anclados al pasado cercano, con las ideologías del fracaso, caducas y sectarias que comparten estas prácticas. No hay plazo que no se cumpla. Una crisis ministerial es lo más aconsejable para contar con los mejores hombres y mujeres del país, en un gobierno de coalición.