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Los tsachilas recordaron a su lider Abraham Calazacon

Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

Bertha Calazacón llevó un ayampaco (pescado y plátano envuelto en hojas de verde) a la tumba de su padre, el legendario Abraham Calazacón. Este plato era uno de sus favoritos. Dentro de sus creencias ancestrales es común que les lleven comida y bebida a sus muertos.

El líder tsáchila, el gobernador más querido por su nacionalidad, nació el 3 de febrero de 1909 y sus familiares, junto a demás integrantes de la etnia, aún en su ausencia quisieron celebrar los 107 años que han pasado desde que Abraham llegó a este mundo.

Además del suculento plato que le ofrecieron, llevaron sus instrumentos y tocaron para él junto a la tumba, recordando con la música la gran labor que este desarrolló en beneficio de la comunidad.

Sus hijos se llenaron de sentimiento y las lágrimas mostraron su recuerdo, por el cariño que su nacionalidad guarda por su progenitor ya fallecido.

Bertha tenía 16 años cuando su padre falleció, el 8 de julio de 1981. Luego de 35 años, ella aún recuerda todos los consejos que le dejó ‘el gran líder’, como es conocido Abraham. “Siempre nos daba muchos consejos, sobre todo, que seamos humildes y ayudemos a quien nos necesite. Eso era lo que más nos decía”, indicó la mujer.

Mientras que Mateo y Graciela, también hijos de Calazacón, pidieron a las autoridades que apoyen el legado de su padre, que es conservar sus costumbres y que no se pierda su dialecto, el tsafiki.

“Yo voy a las escuelas y pido que les enseñen a los niños nuestro idioma, porque ya lo estamos perdiendo”, señaló Bertha.

Otra de las peticiones fue que colocaran el monumento de Abraham Calazacón, ubicado en el parque Joaquín Zaracay, en otro lugar, pues el sitio donde está actualmente lleva el nombre de otro de sus ancestros. (F) EC