En Estados Unidos acaban de anunciar una receta económica para luchar contra la desnutrición severa y que incluye tres ingredientes fundamentales: plátanos, garbanzos y maní.

Los investigadores de la Universidad de Washington aseguran que estos productos mejoran la flora intestinal de los niños, lo que permite dar un impulso a su crecimiento.

Los científicos detectaron que muchos de los menores desnutridos tenían comunidades incompletas o inmaduras de bacterias en sus intestinos, así que trabajaron en una forma de activar esas bacterias buenas a través de los alimentos.

El plátano, la harina de maní y el garbanzo se convirtieron entonces en los protagonistas, pues estimularon los microbios del intestino que están vinculados al crecimiento de los huesos, al desarrollo del cerebro y al sistema inmunológico.

¿Con qué compararon estos alimentos? Con otras dietas que contenían arroz o lentejas, pero en algunos casos su efecto no fue positivo, pues produjeron más daños en la flora intestinal.

Los investigadores reconocieron que no tienen muy claro qué hace que el plátano, el maní y los garbanzos sean los mejores aliados en la lucha contra la desnutrición, así que el estudio entrará en una segunda fase.

Este hallazgo es clave si consideramos que más de 150 millones de niños en el mundo padecen de desnutrición infantil, la responsable de más de la mitad de las muertes en niños menores de cinco años. Además, se trata de alimentos económicos.