El trato a los adultos mayores

He sido testigo de la poca cortesía y la atención grosera que profesan algunos empleados en bancos y entidades comerciales a los ancianos y enfermos con impedimentos físicos.

Estas personas son groseras y no les prestan las facilidades que les corresponde por su condición física. También, en las calles, unos pocos vigilantes, que están en las esquinas, no ayudan deteniendo el tránsito para que los peatones, sobre todo los de la tercera edad, puedan cruzar las bocacalles.

Señor director, estas personas no piensan que la juventud pasa rauda y al mirarse al espejo aparecerán las canas, las arrugas y el caminar lento.

Héctor García Rivera