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El transito empieza a sentir la vuelta a clases

Los embotellamientos en los exteriores de las unidades educativas es frecuente en varios puntos de la ciudad, más aún si se trata de un plantel con mayor cantidad de alumnos.

Afectación. Uno de los sectores afectados por la congestión es a la altura del colegio Dolores Sucre.

Para Fernando Morán, solicitar una carrera hasta el plantel donde estudia su sobrina es, en la mayoría de las veces, un dolor de cabeza.

Dos dólares es la tarifa promedio desde la ciudadela Las Acacias hasta el parque Forestal, zona donde está ubicada la unidad Sagrados Corazones.

Pero Morán comenta que de 06:30 a 07:00 varios taxistas le quieren cobrar hasta tres dólares, a menos de que acuerden con dejarlo a dos cuadras del establecimiento educativo.

El argumento de los conductores es que el sector permanece caotizado “y solo llegar hasta la puerta del colegio les representa pérdida de pasajeros”.

Y es que durante la salida e ingreso de los chicos los expresos escolares y automotores particulares que movilizan a los estudiantes se toman la calle El Oro, ocasionando embotellamiento.

Dos agentes civiles de tránsito buscan la manera de evitar que los conductores formen la doble columna, lo que por momentos resulta en vano, especialmente de 06:30 a 07:00 y de 13:00 a 13:30.

Si bien es media hora en cada jornada, pero no deja de ser una molestia para quienes buscan avanzar hacia el este de la ciudad.

Ante este inconveniente, a Morán no le queda otra alternativa que aceptar la propuesta del taxista, es decir caminar con su sobrina dos cuadras.

Los embotellamientos en los exteriores de las unidades educativas es frecuente en varios puntos de la ciudad, más aún si se trata de un plantel con mayor cantidad de alumnos.

Uno de estos sitios es en el kilómetro 5,5 de la vía a Daule, donde funciona el colegio Dolores Sucre, que en sus dos jornadas educa a cerca de 4.500 estudiantes.

También se forman congestionamientos en sectores donde hay más de un establecimiento educativo.

Un ejemplo es en las calles Tungurahua y Capitán Nájera, en donde funciona la escuela fiscal República de Francia y diagonal hay un jardín de infantes particular.

Acontece en Lizardo García y Vélez, donde está el colegio Vicente Rocafuerte y al lado la escuela fiscal República de Costa Rica.

También están los planteles que disponen de limitados espacios para estacionarse por la extensión que ocupa la metrovía. Es el caso de la unidad educativa Sagrada Familia, situada en la avenida 25 de Julio y Francisco Segura. Lo mismo ocurre en el colegio Juan Montalvo, ubicado en el kilómetro 2 de la Carlos Julio Arosemena.

El taponamiento de las vías no solo afecta a los vehículos. Los transeúntes están obligados a caminar en medio de los automotores, cuyos conductores presionan la bocina para salir del atolladero.

Para saber

Medida

Desde el 10 de enero se aplica una multa equivalente al 30 % de un Salario Básico Unificado (112,50 dólares) a quienes se estacionen en doble columna en el cuadrante que comprende las vías Olmedo, Loja, Malecón, Quito y Machala.

Extensión

El infractor que fuera descubierto fuera del cuadrante la multa es equivalente al 15 %, es decir 56,25 dólares.