
Un tramo de Urdesa enreda a peatones y carros sobre la via
Ocurre en un tramo de la calle Jorge Pérez Concha, cerca de un centro de estudios. Un agente de la ATM controlará el tránsito en la hora conflictiva.
Ir al Centro Ecuatoriano Norteamericano (CEN), situado en la ciudadela Urdesa, en el norte de Guayaquil, para aprender inglés, es el reto que afronta de lunes a jueves Daniel Baque, de 22 años.
El joven llega siempre diez minutos antes de las 18:00 a clases, y no necesariamente para llegar puntual al aula, sino para lograr cruzar -con algo menos de temor- los escasos nueve metros que tiene la calle que lo lleva a su destino. A esa hora, la más complicada del día, a decir de los conductores y peatones, sale otro grupo de alumnos de clases.
En la calle bidireccional Jorge Pérez Concha (Circunvalación Sur) que está al pie del instituto y es que por la que cruza Baque; reina el tráfico vehicular y constantemente el caos. La acumulación de los autos que van y vienen a esa hora a recoger y dejar a estudiantes, además de los que salen de las empresas aledañas y toman esa ruta son parte de la escena que dura cerca de 40 minutos y que se repite a las 20:00, cuando el último grupo sale.
Como Baque son decenas de estudiantes, que no se transportan en vehículo propio y que caminan desde el CEN hacia la avenida Víctor Emilio Estrada para tomar el bus de regreso a casa, o viceversa (para llegar al instituto); siempre esquivando los autos en ambos carriles. “Yo que tengo auto tengo complicaciones al ingresar al parqueadero. Me toca esperar a que la calle se descongestione. Y mientras tanto, las bocinas suenan sin cesar, una y otra vez”, explica José Cujilán, alumno.
Si bien ese es el horario más conflictivo, donde el tráfico se extiende por al menos 200 metros, la congestión se percibe también por la mañana y tarde. A decir de la estudiante Diana Salcedo, si no fuera porque en ese periodo hay un agente de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) controlando el flujo, el problema sería el mismo que en la noche. “Nosotros los del último horario no contamos con un agente que nos ayude a cruzar”, reclama.
A unos 120 metros de las instalaciones del centro de estudios, en la intersección con la calle Costanera hay un semáforo por donde se debe cruzar.
“A menudo caminamos hasta el semáforo para hacerlo, pero como ahí se interceptan cuatro esquinas y no existe una clara señalización para el peatón, se complica también todo. El riesgo es el mismo y a veces mayor”, lamenta Alejandro Sánchez, otro estudiante, mientras camina a la señal, que tal como lo comprobó EXPRESO, cuenta con un paso cebra que no es fácil de distinguir porque le falta pintura.
Respecto al tema, Freddy Granda, jefe de Planificación de Tránsito de la ATM, indica que las multas a los vehículos en el lugar son recurrentes. “Sancionamos permanentemente a los conductores de autos mal estacionados o que hacen doble columna, porque muchos son de los familiares o de los mismos estudiantes”. Indicó que lo correcto es que el alumnado atraviese en el punto donde está el semáforo, que adelantó será señalizado en un promedio “de 20 a 30 días”. También dispuso que un agente se instale, desde anoche, en el lugar para facilitar la circulación. Asegura que esa será la solución y que no necesariamente, como lo exigen algunos, se deberá cambiar a unidireccional ese tramo, como sí ocurrirá a seis cuadras del lugar.
A través de un comunicado, la ATM indicó que a partir de mañana, en ese mismo sector -desde las calles Ilanes hasta Higueras- la arteria será unidireccional de forma permanente. El cambio se da debido a que, según reza el comunicado, se han generado una serie de siniestros. Algo que, a decir de los estudiantes, pese al riesgo que existe, no es común.
Pero el tránsito no es lo único que enfrentan los ciudadanos como Daniel. Y es que en la ruta para llegar a la calle Víctor Emilio deben atravesar calles oscuras y sin policías cercanos.