
Tormenta Jonas deja al menos 26 muertos
Estados Unidos comenzaba a recuperarse ayer tras el paso de la potente tormenta “Snowzilla”, que dejó al menos 26 muertos, aunque las penurias para los viajeros persistirán. La tempestad, que alcanzó magnitud histórica, cubrió de nieve el este del país el viernes y sábado, paralizando a ciudades como Nueva York y Washington y afectando a unos 85 millones de personas, la cuarta parte de la población. “Esto fue una tormenta verdaderamente histórica y a pesar de que hemos hecho grandes avances todavía no hemos terminado el trabajo”, advirtió el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo. “Los neoyorquinos todavía deben evitar viajes innecesarios, se ruega tener cuidado, planificar con anticipación y mantenerse seguros”, añadió. Los al menos 26 decesos causados por la tormenta ocurrieron en Arkansas, Kentucky, Nueva York, Carolina del Norte, Maryland y Virginia, donde más de 200.000 hogares quedaron sin electricidad, mientras que 2.200 efectivos de la Guardia Nacional se movilizaron. Más de 11.000 vuelos fueron cancelados durante los tres días de tormenta en los diferentes aeropuertos de la zona afectada, según el sitio FlightAware. Los meteorólogos dijeron que la tormenta Jonás, apodada “Snowzilla”, mezcla de “snow”, nieve en inglés, y el nombre del monstruo de cine “Godzilla”, dejó 56 centímetros de nieve en Washington y otros 68 centímetros en el Central Park de Nueva York, la segunda mayor acumulación desde que comenzaron los registros, en 1869. Los récords de nevascas también casi fueron batidos en las ciudades Filadelfia y Baltimore. Jonás estuvo acompañada de rachas de viento de más de 80 km/h. Los fuertes vientos hicieron temer inundaciones en diversas partes de la costa atlántica, según el Servicio Meteorológico Nacional. Las calles en varias localidades costeras de Nueva Jersey quedaron cubiertas de agua y hielo, según reportaban ecuatorianos que viven en ese sector. Tras la feroz tempestad, la naturaleza ya parecía ser más indulgente ayer, con pronósticos de sol y cielos azules que elevarían a cero grados Celsius la temperatura en Nueva York y en Washington. Pese a aquello, la situación de miles de pasajeros que se encontraron varados en los aeropuertos tardará en mejorar.