PEDERNALES. Los militares continúan con la entrega de raciones alimenticias y kits de aseo a la población del cantón manabita.

El terremoto deja expuestas a un millon de personas

MERCADOS. Según la FAO, es muy preocupante el estado de los mercados locales donde habitualmente se comercializan los productos frescos.

El primer reporte de daños tras el terremoto de 7,8 grados es desalentador. Sobre todo porque el movimiento telúrico golpeó a la población que ya era considerada ‘vulnerable’ por el mismo Gobierno central.

Más de 1’015.600 personas estuvieron expuestas al evento natural, en los 10 cantones más afectados. Y de ellos, el 42,4 % estaba, antes del sismo, en situación de pobreza. Son datos de la Secretaría Nacional de Planificación.

La entidad, explicó su titular Sandra Naranjo el sábado, hizo un primer levantamiento de información. Será la base para la planificación posdesastre, así como para estimar los gastos.

¿Qué dicen los datos? En ocho de los diez cantones evaluados, la pobreza (considerando el nivel de ingresos) superaba el promedio nacional: 26 %. La situación más compleja estaba en Muisne, Jama, Pedernales, San Vicente y Jaramijó.

El Gobierno ha anunciado un proceso de reconstrucción general de las áreas afectadas. Incluso, el presidente de la República adelantó el plan concreto para Muisne: se reubicará a los habitantes de la zona insular. No ofreció todavía datos más específicos.

La pérdida de viviendas e infraestructura física, en buena parte de los cantones afectados por el terremoto, podría tener una explicación en las mismas cifras oficiales: el 70 % de las viviendas ya eran consideradas, desde el censo de 2010, como inadecuadas. Y, de estas, el 29,9 % eran calificadas como ‘irrecuperables’.

Pero, además, el 74,4 % de la población de la zona no tenía servicios básicos adecuados. El promedio nacional es, según la Secretaría de Planificación, del 48 %. Otra vez, los cantones con más problemas de acceso son Muisne, Pedernales y Montecristi (ver gráfico).

El cantón esmeraldeño es el que reporta los peores resultados. Allí, explica la Secretaría de Gestión de Riegos, el sistema de agua potable se encuentra suspendido desde hace varias semanas, previas al terremoto, “en razón del problema político que la falta de alcalde ocasiona”, dice el reporte publicado ayer a las 13:00.

¿Qué se perdió en el terremoto? El primer informe de daños –que deberá ser confirmado en un plazo de seis semanas, según la planificación gubernamental– habla de 6.622 viviendas derribadas, 13 edificaciones de salud, 281 entidades educativas, 71 kilómetros de vías, 7.081 kilómetros de tendido eléctrico, 118 estaciones móviles públicas y privadas afectadas.

Reparar todo eso implicaría, por lo menos, 1.300 millones de dólares, calcula el Gobierno. Monto que -de seguro dice- subirá. En esa cifra no están contemplados, por ejemplo, las pérdidas en las instalaciones de agua y alcantarillado.

Naranjo aseguró que la cuantificación se confirmará en territorio. Técnicos de la Cepal y Naciones Unidas llegarán el 1 de mayo para ayudar al Ejecutivo en esa tarea.

¿Qué pasó en el sector agrícola? De esa evaluación se encargó la Organización de Naciones para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Según su Informe N° 1, enviado al mediodía de ayer a EXPRESO, aunque la producción agrícola es uno de los principales medios de vida en las zonas afectadas, “se espera que el daño en los cultivos sea menos severo”.

Hasta ahora, ellos en conjunto con el Ministerio de Agricultura han identificado que hay 362.000 toneladas de productos agrícolas en riesgo de pérdidas y 12.000 hectáreas de camaroneras afectadas.

La infraestructura también fue golpeada: hay 11 mercados minoristas con daños estructurales; cinco centros de acopio de café, cacao, arroz y banano también con daños y una planta atunera está fuera de funcionamiento.

La FAO, además, coincide con la valoración general del Gobierno: “es preocupante la situación en general de la zona rural y costera, el estado de las vivienda y los servicios básicos como electricidad, agua, saneamiento básico y las vías de acceso”.