El presidente Lenín Moreno ejerciendo su voto el pasado 4 de febrero de 2017, día que sea realizó la consulta popular.

La tension politica se desfogo con la consulta popular

Análisis. El Gobierno analiza conservar a la Secretaría de la Política o encargar su actividad al Ministerio de Gobierno que reemplazará al del Interior.

Una serie de eventos que confluyeron en uno. Al menos cinco son los momentos políticos que se destacan del primer año de la presidencia de Lenín Moreno y que tuvieron como conclusión principal la creación del Consejo de Participación transitorio.

Aunque todo hacía pensar que sería una continuación de la autodenominada revolución ciudadana, lo cierto es que estos 12 meses han sido marcados por el intento de cambiar la estructura institucional que heredó de la década pasada.

El camino ha sido complejo. Para el catedrático y analista político, Luis Verdesoto, el remezón arrancó muy temprano, en junio de 2017, cuando Moreno empezó a constatar la corrupción que desembocó en la destitución del exvicepresidente Jorge Glas.

A la par, en Alianza PAIS se escenificó una lucha por el control del movimiento entre lo que se empezó a identificar como la facción correísta y morenista que, incluso, alcanzó a la Asamblea y el gabinete.

Para el exsecretario de la Política, Miguel Carvajal, esa fue una disputa necesaria para todo el país, “porque no tenía que ver solo con el funcionamiento interno de un grupo político, sino con los procesos de reorganización del Estado”, le dijo a EXPRESO.

Lo álgido de estas disputas tuvieron su contrapeso con el llamado del mandatario a emprender un gran diálogo nacional. Paulina Recalde, directora de la encuestadora Perfiles de Opinión dice que eso le significó a Moreno alcanzar las cifras más altas de aprobación en un año.

“En julio pasado el 84 % aprobaba la gestión del presidente. En gran parte porque, en contraposición a su predecesor, convocó a todos los sectores. Eso, más su anuncio de cirugía contra la corrupción, le impulsaron entre los pobladores”, dijo a este Diario Recalde.

Pero el discurso anticorrupción, el clamor de reorganización institucional y las demandas que surgieron del diálogo nacional había que legitimar con una acción más concreta: esta fue la convocatoria a la consulta popular del 4 de febrero.

“Ahí el Gobierno logró dos cosas importantes para sus fines: evitar una posible reelección del expresidente Rafael Correa y la creación del Consejo de Participación que ahora es el nuevo foco de la atención política porque cuenta con un apoyo que en el caso del presidente, ha bajado”, dijo Verdesoto.

¿Pero hasta qué punto influye en los ecuatorianos los dimes y diretes de la política? A juzgar por las encuestas poco o nada. Dimitri Oña, vocero de Opinión Pública, explicó que en la última encuesta de abril, a los ecuatorianos lo que más le preocupaba es la inseguridad, seguido por el desempleo, los temas económicos y la falta de obras. “El tema político no es algo central para el ciudadano común”, dijo Oña.

La ruptura

A inicios de julio, el presidente Moreno dijo que la gente iba a ir dejando de a poco su comportamiento “ovejuno”. Eso fue tomado como un insulto por la facción correísta.

Las salidas

El propio presidente anunció el 3 de enero que Glas dejó de ser vicepresidente, que ya estaba sentenciado, en primera instancia, por el delito de asociación ilícita.

Exterior

Tanto Recalde como Verdesoto coinciden en que en política exterior, el Gobierno todavía mantiene un discurso ambiguo entre lo que hace la Cancillería y lo que dice el Gobierno.

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