Una entidad en crisis y un obsoleto sistema de cómputo fueron algunas de las falencias con las que se encontró el Municipio de Guayaquil cuando asumió la competencia del Registro de la Propiedad, hace cinco años.

Por esta situación, los usuarios esperaban hasta tres meses para inscribir un predio y dos para catastrarlo.

“Tuvimos que responsabilizarnos en el trámite de 3.600 escrituras que dejó pendiente la anterior administración”, recordó el actual registrador de la Propiedad, Ivole Zurita.

Pero él prefiere virar la página. “Estamos al día en los trámites, se elevó la calidad de atención y apostamos por la tecnología de punta”, remarcó.

Sostiene que se logró una mayor seguridad a la propiedad inmobiliaria, gracias a la fluidez en las operaciones del mercado, “aquello promueve la inversión, la construcción e impulsar el crecimiento económico de la ciudad”.

La institución atiende al día 1.200 usuarios, por trámites de escrituras, compraventa, cancelación de hipotecas y ubicaciones de predios. Están registrados 580.000 propiedades dentro del catastro.

La institución trabaja en la matrícula inmobiliaria, que será la próxima cédula inmobiliaria municipal. En ella se incluirán las coordenadas y el nombre del último dueño.

Zurita destacó que la tecnificación dio la pauta para que la entidad quayaquileña se ubique quinta en el mundo y la primera a nivel Latinoamérica y el Caribe, en lo que respecta a la atención al público y la fluidez de los documentos.

Los logros de la entidad guayaquileña fueron expuestos en el XX Congreso Mundial de Registro de Tierras, que se efectuó a finales de febrero en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.

Cuenca, Milagro y Portoviejo están entre las ciudades que asesoraron. También países como Cuba y Perú.

A criterio de Zurita, el alcalde Jaime Nebot fue un factor clave para lograr el desarrollo del Registro. JPZ