Aglomeración. La avenida del Bombero fue uno de los puntos conflictivos por la movilización pacífica de los taxistas regulados.

Taxis: Otra protesta sin oferta de mejoras

Cerca de cuatro horas permaneció ayer congestionada parte de la ciudad producto de la movilización pacífica de los taxistas regulados.

Cerca de cuatro horas permaneció ayer congestionada parte de la ciudad producto de la movilización pacífica de los taxistas regulados.

Es la cuarta manifestación en menos dos años que protagonizan los conductores profesionales en rechazo a la movilización informal y a las aplicaciones móviles, como Uber y Cabify, que operan desde entonces en la ciudad, según reclaman.

También para refutar el proyecto de Ley Reformatoria a la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, que debate la Asamblea Nacional y establece, entre otros puntos, que se legalice el transporte de carga mixta, como por ejemplo las camionetas de doble cabina para ser utilizadas como transporte urbano.

“Las camionetas deben trabajar solo en los sectores rurales. Es una locura”. “Ellas pueden circular en el Oriente y Galápagos, no en la ciudad, nos están orillando a perderlo todo, a que el negocio se nos vaya de pique”, decían.

Vía a la costa, la avenida Barcelona, el parque Forestal, la calle José Rodríguez Bonín, la avenida del Bombero y el Malecón Simón Bolívar fueron los principales puntos de concentración. Las columnas de vehículos amarillos superaban los dos kilómetros.

Aunque los taxistas insistían en que era un acto pacífico, algunos de los manifestantes obligaron a sus colegas a unirse a la movilización “para demostrar a las autoridades el poder amarillo”.

Un grupo de conductores se dirigió a la Gobernación para entregar un manifiesto. Y otro se concentró en los exteriores del edificio de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), ubicada en la avenida del Bombero.

En este último punto hubo mayor presencia de policías y agentes civiles de tránsito, debido a las dificultades que tenían para circular quienes venían de la vía a la costa y de la avenida José Rodríguez Bonín.

“No puedo creer que una vez más estén paralizándose. Reclaman tanto, pero no hacen nada por mejorar. A veces ni siquiera activan el aire acondicionado, circulan con la música a todo volumen. Ellos, los amarillos, fueron los mejores durante décadas, pero se dejaron ganar. No se actualizaron”, decía una y otra vez George Ycaza, un ciudadano que a causa de la aglomeración se quedó atascado en la avenida 9 de Octubre.

Tania Castro, cliente de Uber, por su parte aclaró que fue la falta de educación y el hecho de no usar el taxímetro lo que la alejó de los taxis tradicionales. “Intenté usarlos siempre, porque en efecto te dan más seguridad. Sin embargo, el servicio no era bueno, entonces me fui”, comentó.

Luis Bosques, taxista de la Cooperativa 4 de Abril, lo niega, precisando que el servicio que ofrecen no solo es completo - “por algo hemos pasado el censo”, dice-, sino porque una gran parte de sus compañeros ya se ha afiliado a la aplicación móvil Un Taxi. “Ochocientos ya la utilizamos y cerca de seis mil en estos últimos meses se han afiliado. Ser parte de esa aplicación nos obliga a dar el mejor de los servicios. Si somos malos, los clientes se pueden quejar y el llamado de atención llega a nosotros. Y eso no ha pasado...”.

Los taxistas están a la espera de algún resultado a favor. De lo contrario protagonizarán una quinta movilización.

Proponen mesas de diálogo

Paralelamente a la protesta, decenas de taxistas llegaron a la Gobernación para pedir medidas que aseguren un orden en el servicio de taxi y solicitar a la gobernadora, Juana Vallejo, que interceda ante la Asamblea para que no se dé paso a las reformas que se tramitan en torno a las nuevas modalidades de transporte. “No vamos a permitir que se legalice el transporte de carga mixta como urbano. Eso sería el fin del taxismo”, precisó Jorge Gómez, secretario de la Unión de Taxis del Guayas, al hacer hincapié en su situación. “La informalidad, UBER nos ha afectado. No vamos a permitir algo más. Queremos que se incrementen los controles. Si la ATM no tiene el suficiente personal, pedimos a la gobernadora que solicite ayuda a la Comisión de Tránsito”.

Respecto a ello Vallejo anunció que abrirá una mesa de diálogo para depurar las propuestas y analizar el tema, pero sobre todo desde la seguridad del usuario en cuanto a costo y la protección del cliente.

En espera de resultados

Por cerca de una hora, directivos de la ATM y la concejal Consuelo Flores se reunieron con dirigentes del taxismo, quienes insistieron en continuos operativos para contrarrestar a la movilización informal, especialmente al servicio de taxirrutas.

Óscar Cevallos lideró la comitiva. Lamentó que el gremio formal cada vez sufre los resultados de la informalidad.

“Las carreras de retorno no hay por culpa de los informales, estamos perdiendo nuestra fuente de trabajo”, manifestó Cevallos.

El director de Transporte Público, Fernando Amador, les recordó que se trabaja en puntos específicos de la ciudad exclusivos para taxistas.

También que continúan los operativos contra los ‘taxistas piratas’.

Tras la reunión, los conductores decidieron suspender la medida.

Los taxistas continuaron con sus actividades pero dejaron un anuncio: “Las calles nos esperan si es que las autoridades no nos escuchan”.