335 socios asistieron a la última asamblea de Barcelona, aunque habían más de 2.000 habilitados.

El tablero electoral de Barcelona

Hasta el momento no se oficializa ninguna candidatura, pero ya se perfilan algunas opciones para el sillón amarillo.

Sin haberlo dicho textualmente, José Francisco Cevallos parece haber renunciado a la posibilidad de optar por la reelección. Incluso propuso el 5 de octubre próximo como fecha para realizar las elecciones de Barcelona, club al que, aún en tiempo de crisis, no le faltan candidatos para presidirlo.

La lid electoral se adelantaría, porque estatutariamente el mandato de Pepe Pancho culmina en diciembre. “Yo en este momento no estoy pensando en una reelección, estoy pensando en terminar bien mi mandato”, sentenció.

El pasivo de 29’000.000 de dólares que tiene el Ídolo ecuatoriano y la serie de demandas que periódicamente aparecen por parte de exjugadores, exempleados, empresas e incluso futbolistas que forman parte del equipo no asustan a los precandidatos que ya surgen en el horizonte.

“Soy socio de Barcelona y yo pienso ser presidente de ese club, en serio lo estoy diciendo. Yo me voy a preparar para ser un buen directivo, pero primero tengo que dejar de ser agente”, dijo el empresario José Chamorro en el programa Tarjeta Dorada, emitido en agosto del año anterior.

No había pasado ni un mes de aquella revelación cuando otra voz fuerte se hizo escuchar. “Ya estoy de vuelta a Ecuador. No lo sé (si sería candidato a presidente). Barcelona me dio tanto y estoy pensando y viendo qué voy a hacer. La edad (76 años) no impide a nada, es un tema mental. No descarto nada. Me encantaría volver a ser presidente de Barcelona”, dijo entonces Isidro Romero en entrevista concedida a radio Huancavilca.

Los amarillos aún estaban con opciones de disputar el campeonato ecuatoriano de fútbol y la posibilidad de que Cevallos opte por la continuidad no estaba alejada, mientras su nombre también se lo vinculaba con la lista de aspirantes a la Prefectura del Guayas.

La prematura eliminación puso fin a ese idilio político. Fue entonces cuando se comenzaron a buscar alternativas dentro del mismo directorio.

Casualidad o no, poco después parte del equipo de dirigentes con el que Cevallos llegó al poder comenzó a verse mermado por una gran cantidad de renuncias, algunas de ellas acompañadas de fuerte acusaciones al manejo del actual timonel torero.

Carlos Alfaro Moreno ha preferido mantener un discreto silencio, pero personas de su entorno aseguran que no sería descabellado incluirlo en el tablero electoral.

Él también decidió mantener distancia con Cevallos en estos últimos meses. Primero renunció a su cargo de vicepresidente administrativo y luego dejó de manejar las divisiones formativas de los canarios.

Desde su función como comentarista deportivo evita opinar de la labor de sus excompañeros de fórmula. No lo considera ético.

Juan Alfredo Cuentas decidió mantenerse en su función de vicepresidente financiero. Él sería la carta que buscaría continuar con un proyecto que ha tenido altibajos. Los actuales administradores del Ídolo han sido cuestionados por los fracasos deportivos y administrativos, pero bajo su tutela Barcelona obtuvo un título nacional y cumplió la mejor presentación en la Copa Libertadores de los últimos años. Sin embargo, prefirió no alimentar las especulaciones. “En este momento no me interesa la reelección, me interesa salir campeón”, respondió cuando se le preguntó respecto a una eventual candidatura al sillón amarillo.

Pero el abanico no se limita a los nombres antes mencionados. Aquiles Álvarez, quien se desempeñó como presidente de la comisión de fútbol hasta diciembre de 2018, también ha sido mencionado en los corrillos deportivos.

Este es el mundo Barcelona, un fenómeno social que no ahuyenta a quienes desean manejarlo, aún conociendo el riesgo al que se exponen en un club cuyas deudas se asemejan a un barril sin fondo, pese a tratarse de una marca fácil de comercializar.