SUMA, al filo de la navaja

SUMA, al filo de la navaja

Serán los últimos en hablar. Fieles al estilo de su estandarte, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, SUMA ha dilatado nueve días su pronunciamiento sobre la nominación de Cynthia Viteri a La Unidad, de la que forma parte.

Serán los últimos en hablar. Fieles al estilo de su estandarte, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, SUMA ha dilatado nueve días su pronunciamiento sobre la nominación de Cynthia Viteri a La Unidad, de la que forma parte. El movimiento ha descartado conceder la venia a la opción del PSC, según conversaciones puertas adentro a las que EXPRESO tuvo acceso. Pero mantiene en el aire la segunda parte de la respuesta: la propuesta tras la negativa.

No es una decisión fácil. La cita de mañana en Quito, a la que asistirán los 11 delegados nacionales y 24 representantes provinciales, es calificada por altos representantes de la Ejecutiva del partido como “de vida o muerte”, en conversaciones con este medio, atribuyendo a SUMA la necesidad de colocar un número suficiente de asambleístas en 2017 para sobrevivir políticamente, luego de descartar correr por la presidencia.

La formación de Rodas, que se hizo un espacio en el tablero con casi dos decenas de gobernantes locales y ahora carga con el reto de sobrevivir al 4 % mínimo de votos que ya ha enterrado a dos partidos en el pasado, se juega entonces tres escenarios.

Detrás de la puerta número uno se esconde el apoyo a Viteri, que trae consigo la posibilidad de nominar un compañero de fórmula. El nombre del presidente nacional del partido, Guillermo Celi, ha trascendido como la figura probable. Pero según fuentes socialcristianas inmersas en la negociación, este ha declinado. Celi, quien se limita a recordar que esta será “una reunión muy importante” con una decisión “muy difícil” sobre la mesa, se abstiene de comentar “por respeto a la estructura orgánica” de su partido.

Detrás de la puerta número dos, la cautelosa formación de Rodas podría hacer honor a su única certeza de momento: su disconformidad con la nominación de Viteri. Pero, queriendo representar a la nueva era política, SUMA no puede darse el lujo de negar sin proponer. “Eso será lo interesante”, dice Ramiro Aguilar, el único asambleísta que colocó el movimiento en el Pleno y quien renunció a los colores del partido una vez en la curul. A su juicio, la reunión de mañana “significará, en términos políticos, por quién se va a decantar el alcalde de Quito. No el movimiento, que no es más que una credencial electoral a la que necesitan mantener viva por si algún día Rodas se decide presidenciable”.

En este escenario, la voz oficial de SUMA mantiene abierta la puerta “a todas las opciones” que involucren nominaciones propias. Pero eso no descarta emitir una advertencia al PSC por su carta unilateral. Un gesto que podría dar sentido a la anunciada presencia de Celi, delegado de su movimiento ante La Unidad, en la reunión de reacción pública con el resto de socios: Paúl Carrasco, Marcelino Chumpi y Ramiro González, según este último pudo confirmar a este medio.

La propia Viteri reconoció el día de su nominación y entrevista con este Diario la posibilidad de no llegar a consensos con La Unidad, pero sí “con una parte, por lo menos”. La referencia apunta directamente a SUMA y a Celi, a quien los negociadores socialcristianos consideran “un hombre abierto al diálogo”.

La puerta número tres esconde, precisamente, un rechazo a la visible cercanía con el PSC. Después de todo el movimiento de Rodas surgió como una respuesta a la política tradicional. Y algunos de sus fundadores y miembros de la Ejecutiva se disponen a proponer el quiebre definitivo con La Unidad y la búsqueda de “nuevos apoyos”. Consideran que “la opción natural” sería CREO, de Guillermo Lasso. “Pero es difícil. Nos han llevado contra la espada y la pared”, admiten.

Celi, quien asumió la presidencia del partido luego de que Rodas se hiciera con la alcaldía de la capital (aunque “Mauricio está muy pendiente de todo esto”, asegura) y ha cargado con las negociaciones y las entrevistas y las reuniones públicas de La Unidad, donde el alcalde Rodas dejó de aparecer en persona hace más de un año, pondrá sobre la mesa los meses de esfuerzo conciliatorios entre tendencias distintas. Pero al final mucho peso tendrá la voz de Rodas, de quien hasta el momento solo se conoce un pronunciamiento sobre el tema: aquel donde promete pronunciarse pronto.