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Sudan del Sur pide ayuda internacional para hacer frente a la hambruna

La falta de alimentos es crónica en Sudán del Sur. Los enfrentamientos entre etnias han dejado a los civiles con índices de desnutrición.

Grupos familiares han sido acogidos en campamentos.

El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, instó el 6 de abril a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias regionales a actuar urgentemente para ofrecer ayuda a las personas afectadas por la hambruna, que se ha extendido por varias regiones sursudanesas.

“Nuestro país se enfrenta a otra nueva catástrofe, la hambruna que padecen la mayoría de los habitantes”, dijo Kiir en un comunicado, antes de pedir a la comunidad internacional que preste la ayuda necesaria para hacer frente a este grave problema; consecuencia de los años de conflicto armado en el país.

Kiir hizo este llamado con motivo del maratón que se celebrará el sábado 8 de abril en la capital sursudanesa, Yuba, para acaparar la atención sobre la grave crisis alimentaria que sufre el país.

El presidente sursudanés también pidió a sus conciudadanos que se inscriban en la carrera, en la que participará el atleta etíope, Haile Gebrselassie, doble campeón olímpico y Premio Príncipe de Asturias de los Deportes.

El pasado febrero, las autoridades y la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertaron de que cerca de 100.000 personas están afectadas por la falta de alimentos y, apuntaron que una de las zonas más castigadas es el Estado de Unidad (norte).

Según un informe publicado por el gobierno, la FAO y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), el 40 por ciento de la población de Sudán del Sur está amenazado del peligro de hambruna.

Sudán del Sur es escenario de un conflicto que estalló en diciembre de 2013 entre fuerzas leales al presidente del país, Salva Kiir, de la etnia dinka, y al exvicepresidente Riak Mashar, de la tribu nuer.

A pesar de que ambas partes firmaron un acuerdo de paz en agosto de 2015, el conflicto, que ha causado miles de muertos y millones de desplazados, se reanudó en julio de 2016.