Aglomeraciones. La situación en la frontera entre Ecuador y Colombia se complica por la cantidad inusual de ciudadanos venezolanos.

La solidaridad ecuatoriana surge en la frontera

Tarrinas con alimentos gratis se terminan en pocos minutos. Sigue el flujo de venezolanos.

La lluvia y el viento fueron la constante durante las últimas cinco noches que miles de ciudadanos venezolanos pasaron en el puente de Rumichaca, en Carchi, paso obligado de los migrantes que salieron de su país con dirección a Perú y Chile.

Chompas, guantes o cobijas. Todo sirve de abrigo para los extranjeros que hablan de una crisis humanitaria en Venezuela. EXPRESO compartió con ellos la noche del miércoles, con apenas ocho grados de temperatura.

Las largas filas que les toca hacer en los puestos de revisión migratoria de Colombia y Ecuador también son la mejor oportunidad para los ejemplos de unidad y solidaridad. Dicen que así pueden sobrellevar “las penurias” que les ha tocado vivir desde que salieron de los diferentes estados de Venezuela.

Espontáneamente se forman grupos de entre cuatro y cinco familias. Las maletas sirven, en muchos casos, como colchón o almohada para pasar la noche y, sobre todo, para proteger y abrigar a los niños pequeños del frío. A pesar de las dificultades, coinciden en que tienen un motivo de alegría: haber logrado salir de su país. Aseguran que, de toda la travesía que han hecho hasta el momento, lo más difícil fue pasar los controles en Venezuela. Allí, cuentan a este Diario, para dejarles pasar les quitan las computadoras portátiles, cámaras de fotos o celulares y, en algunos casos, les piden dinero en efectivo, pero con una condición: que sean solo dólares.

En el puente de Rumichaca y en la oscuridad de la noche, dicen tener confianza en el futuro. En un momento dado, las melodías que salen de las cuerdas de la guitarra de Yoneiber Sánchez, de 20 años, une a los extranjeros para armar canciones de artistas venezolanos o improvisar letras contra Nicolás Maduro. “La noche con música es menos pesada”, dice Byron, uno de los jóvenes que se unió al grupo y que entonó varias canciones llaneras.

La situación de los venezolanos también ha levantado una oleada de solidaridad entre los ecuatorianos. Todas las noches, hay personas que llegan hasta al puente para regalar, sobre todo, comida. Los compatriotas llegan con ollas llenas con café, morocho, arroz, embutidos o fundas grandes de pan...

Saben que no alcanzará para todos, pero esperan aliviar en algo el hambre y frío que pasan los ciudadanos venezolanos.

La ayuda, a veces, también es en efectivo. Los ecuatorianos han comprado, por ejemplo, colecciones completas de los billetes que se utilizan en el país llanero. Jesús Rojas es quien los ofrece y los entrega a cambio de un dólar, cincuenta, veinticinco y hasta diez centavos. “Todo lo que me den está bien. Estos billetes no valen nada en mi país, peor en Ecuador. Aquí tengo 22 millones de bolívares que no son ni tres dólares”, cuenta a EXPRESO, mientras recibe un café con pan de manos de dos chicos ecuatorianos.

“Si estuviéramos en esta situación, esperaríamos que haya gente solidaria con nosotros”, dice Martha, quien prefiere no dar su apellido. Estas ayudas se replican durante toda la noche y el día. Ayer una familia de ecuatorianos llegó hasta el lugar en un camión pequeño para entregar, en tarrinas desechables, arroz, papas, chorizo, o arroz con papas y huevo. “No estuvimos más de 20 minutos, las casi 300 tarrinas que hicimos se acabaron”, dice Marco.

Los extranjeros dicen estar agradecidos por las muestras de apoyo.

Brazaletes para los migrantes

El miércoles fue uno de los días en los que más ciudadanos venezolanos ingresaron al país. Según las cifras oficiales, entregadas por la Policía Nacional a EXPRESO, entraron 7.100 extranjeros, de los cuales 5.400 fueron venezolanos.

Esta cifra puede ser certificada, dijo uno de los oficiales asignados al control en el puente de Rumichaca, gracias a la colocación de brazaletes con la numeración, lo que ha permitido hacer mucho más ordenado el ingreso.