Los sobornos de Odebrecht en el pais

T iene como jinete a un monstruo que succiona los contratos millonarios con la compra de conciencia de los corruptos funcionarios del Estado. Es necesario que se aclare esta nefasta situación que mancha la honra del país. No debemos olvidar a los hijos de la Odebrecht cómo fueron el hombre del maletín, la mama lucha, y muchos más bribones que se han aprovechado del cargo que ejercían para enriquecerse ilegalmente.

Para que existan corruptos tienen que existir corruptores; por consiguiente, también debe caer la ley a los corruptores. La peor desfachatez es cuando los máximos se erigen en constructores de la moral, cual rey tirano, creando su propia moral.

Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo