Sindrome electoral del protegido

Aferrado a su letanía: “neoliberal”, para disimular su incompetencia; “partidocracia”, para esconder su propia corrupción; “socialismo del siglo XXl”, para su filosofía del continuismo; todo sobre la base de propaganda constante, se va a repetir el síndrome electoral de Barrera. Cuando en febrero 2014, el entonces alcalde de Quito perdió la reelección, no ganó Rodas, perdió Correa. Fue el rechazo que generó el apoyo lo que terminó hundiendo al protegido. Es claro que se repetirá el fenómeno a escala nacional, imponiendo una dosis de sanidad política ante tanto ultraje, más aún cundo es evidente que en el binomio “favorecido” por la propaganda oficial, no hay sujeto.

Édgar Molina Montalvo