Solo huesos. Un trabajador muestra unos restos en una tierra seca.

La sequia esta matando al ganado vacuno en Rio de Oro

Las tierras de Río de Oro huelen a muerte. En las fincas, cuyo suelo luce agrietado, algunos ganaderos guardan los esqueletos de las reses que han caído por sed y falta de pasto, que no crece desde hace unos meses por la falta de lluvias.

Las tierras de Río de Oro huelen a muerte. En las fincas, cuyo suelo luce agrietado, algunos ganaderos guardan los esqueletos de las reses que han caído por sed y falta de pasto, que no crece desde hace unos meses por la falta de lluvias.

Perteneciente al cantón El Carmen y conformado por al menos 30 comunidades netamente ganaderas, el sector atraviesa una grave sequía.

Moisés Briones, presidente del comité promejoras del lugar, aseguró que “van más de 200 reses muertas en los últimos seis meses; hay finqueros a quienes se les han muerto 10 o hasta 14 animales”.

El panorama para los ganaderos del sector puede empeorar, según Jervis Loor, otro de sus dirigentes. Él teme que con un mes más de sequía, Río de Oro pierda unos dos mil semovientes por la escasez de agua y alimento.

Mayra Conforme sostuvo que las vacas que no han muerto se han puesto flacas y maltrechas. La mujer reveló que por la falta de lluvias en la zona, no hay pasto y los patrones le llevan palmito y lodo al ganado, pero no es suficiente. HLV