El historial le juega en contra. Independiente del Valle tratará de dar, de una vez por todas, el salto que necesita para consolidarse como aspirante al título. Hoy recibe al Delfín de Manta en el estadio General Rumiñahui.

El equipo de Alexis Mendoza no ha podido ganar al cuadro manabita en toda la temporada. Un empate de local y derrotas en las dos visitas dejan un saldo poco favorable.

Pero, además, está el peso histórico que le acompaña en las últimas temporadas, en el torneo doméstico: falló cada vez que tuvo partidos decisivos para alcanzar el primer lugar o quedarse con una etapa.

El denominador común: detalles. Así lo decía el anterior entrenador, Pablo Repetto. Y así lo repitió el actual, Alexis Mendoza. Estos detalles están directamente relacionados a la concentración en la defensa y a la definición en ofensiva.

Y el escenario se repite. Mendoza está consciente de la importancia de los puntos de hoy. Considera que es una de las últimas oportunidades para acercarse en la tabla.

“Delfín es un rival directo. Debemos ganar porque después se haría muy difícil acortar distancia”, dijo.

Precisamente, esa ha sido la condición cada vez que Independiente resbaló.

¿Por qué esta vez puede ser diferente?

Mendoza sostiene que su equipo está fuerte y ha madurado. Para él, existe un trabajo constante que le permite hacer respetar la identidad de juego.

Inclusive, le restó importancia a las bajas del zaguero, Juan Segovia y de los volantes Gabriel Cortez y Kéner Arce. Los tres están suspendidos. Aseguró que los equipos siempre se preparan para suplir a las bajas.

Además de Mendoza, los jugadores también confían en que hoy se podrá dar ese golpe de autoridad.

Efrén Mera, Mario Rizotto, Maximiliano Barreiro y hasta el suspendido Juan Segovia tienen clara la película. Ellos coinciden en que quienes salten a la cancha deberán estar preparados para un desgaste mayor. “Es nuestra última oportunidad para ganar la etapa y hay que arriesgar”, dijo Segovia.