Control. Soldados rusos inspeccionan a civiles y combatientes en el puente al-Ramousah, en un área bajo control gubernamental de Alepo, tras ser evacuados de las zonas rebeldes.

La salida de los civiles en Alepo queda en suspenso

El Gobierno sirio suspendió ayer la operación de evacuación de rebeldes y civiles de la ciudad de Alepo, lo que hace temer una reanudación de los combates en el último reducto de los insurgentes en la segunda ciudad de Siria.

El Gobierno sirio suspendió ayer la operación de evacuación de rebeldes y civiles de la ciudad de Alepo, lo que hace temer una reanudación de los combates en el último reducto de los insurgentes en la segunda ciudad de Siria.

La operación, iniciada el jueves, debía durar varios días, pero el Ejército sirio la suspendió ayer por la mañana invocando que los rebeldes “no respetaban las condiciones del acuerdo”. “Abrieron fuego, quisieron llevar armas no incluidas en el acuerdo y partir con rehenes”, es decir, llevarse a los militares o funcionarios gubernamentales que estaban en su poder, dijo una fuente militar siria.

Hacia las 11:00 se escucharon disparos en Ramusa, por donde transitan los evacuados.

“Se le pidió al personal del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se retiren”, confirmó Elisabeth Hoff, representante de la OMS en Siria.

“Hay todavía muchas mujeres y niños menores de cinco años que deben salir”, dijo.

Rusia anunció que la evacuación había terminado y que las tropas sirias estaban liquidando los “últimos focos de resistencia”. Sin embargo, en Alepo, un general sirio indicó que la operación estaba “suspendida, pero no terminada”.

El emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, estimó que aún quedan unos 40.000 civiles y entre 1.500 y 5.000 combatientes en el último reducto rebelde en Alepo.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) estimó que ya fueron evacuadas unas 8.500 personas, entre ellas 3.000 combatientes.

Entre las personas evacuadas hay por lo menos 250 heridos, dijo Ahmad al-Dbis, jefe de una unidad de médicos y voluntarios que coordina el traslado de los heridos. Antes de la suspensión, durante toda la noche, ambulancias y autobuses siguieron llevando gente desde los barrios del este de Alepo hacia los sectores rurales de la provincia.

El gobierno del presidente Bashar al Asad espera el fin del operativo para proclamar oficialmente la victoria en Alepo, la más importante desde el inicio de la guerra civil en 2011.

El Ejército del régimen sirio, apoyado por la aviación rusa, lanzó el 15 de noviembre una gran ofensiva que al cabo de 30 días le permitió recuperar casi todos los barrios del este de Alepo que la rebelión controlaba desde 2012.

La provincia de Idlib, adonde van los evacuados, es ahora el último bastión de la rebelión, que además controlan la mayoría de la provincia meridional de Deraaa y algunas zonas dispersas, sitiadas por el Ejército, cerca de Damasco.

El presidente ruso Vladimir Putin, principal apoyo del Gobierno sirio, declaró que la “próxima etapa” en Siria será “un alto el fuego en el conjunto del territorio”, para lo cual Rusia negocia con la oposición armada a través de Turquía.

La guerra civil siria ha causado desde 2011 la muerte de más de 310.000 personas.