
Rodrigo paso de canillita a gerente
Hace 11 años, Ángel Rodrigo Llambo Chalá voceaba los periódicos en su coche que lo estacionaba en el centro de Ambato. Allí soportaba el sol y la lluvia. No era fácil, reconoce, pero tenía que hacerlo para tener algunos ahorros. Ahora tiene una oficina
Hace 11 años, Ángel Rodrigo Llambo Chalá voceaba los periódicos en su coche que lo estacionaba en el centro de Ambato. Allí soportaba el sol y la lluvia. No era fácil, reconoce, pero tenía que hacerlo para tener algunos ahorros. Ahora tiene una oficina, con un escritorio y aire acondicionado en la cooperativa de crédito Chibuleo, de la cual es su gerente.
Todo empezó un viernes, cuando el primo de Llambo, Cristian Chalá, le pidió que lo ayudara a conseguir trabajo. Fue ahí cuando expuso su idea de constituir una cooperativa. “No dudé y le dije que lo hagamos. Como no tenía trabajo y quería un buen futuro lo apoyé desde el inicio”, menciona Chalá, quien ahora es el gerente de Marketing.
Las reuniones previas se dieron entre 32 socios, todos jóvenes entre 18 a 23 años. Solo quedaron 20 socios que ahora son los fundadores.
Una de las primeras condiciones para empezar a levantar lo que ahora es su patrimonio fue que cada socio pusiera una cuota de 500 dólares, dinero que debía reunirlo en seis meses. Muchos jóvenes robaron los conejos de sus padres para venderlos, otros vendían ajos en las plazas, trabajaron de mesero o peones con el fin de reunir la cuota pactada.
La venta de los periódicos la inició cuando tenía 18 años. Lo hizo como una necesidad que después la convirtió en un negocio. Salió de bachiller en Informática y no consiguió trabajo para cubrir sus estudios universitarios, por lo que empezó vendiendo poco hasta que su clientela aumentó a 350 periódicos cada día.
Luego de constituir la cooperativa alternó la venta de diario por dos años más.
Ahora, la cooperativa tiene 13 años y 107 mil socios tanto mestizos como indígenas. Cuenta con sucursales en Riobamba, Salcedo, Latacunga, Machachi y Sangolquí. Trabajan 120 personas con una cartera de 58 millones de dólares, activo de 70 millones de dólares y un patrimonio de 9,4 millones de dólares. “Tenemos un edificio ecológico y el talento humano joven preparado y muy entusiasta”, señala Llambo.
Rodrigo se estableció la meta de que a los 45 años llevará su empresa al mercado internacional. Tiene 34 años y dice que son bien vividos. YI (F)