Austro. Azuay es una de las provincias que más incendios registran.

Los rios estan secos y la produccion, a la baja

Las bajas temperaturas en la madrugada y las altas durante el día han comenzado a pasar factura a los sectores agrícolas y ganaderos del país que, aseguran, están comenzando a sentir los efectos de una sequía que todos esperan que sea pasajera.

Las bajas temperaturas en la madrugada y las altas durante el día han comenzado a pasar factura a los sectores agrícolas y ganaderos del país que, aseguran, están comenzando a sentir los efectos de una sequía que todos esperan que sea pasajera. Imploran que las lluvias lleguen pronto.

Una de las provincias más afectadas por el clima es Galápagos, en donde la actividad ganadera está en aprietos debido a la delgadez de los animales por la falta de pasto, lo que se traduce en una baja producción de leche y cárnicos.

“La situación es difícil por las altas temperaturas, en unos lugares más que en otros”, dice Enrique Baquerizo, gerente general de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos.

El ganadero Tony Zambrano, del norte de Esmeraldas, lo escenifica mejor. “La situación está para llorar. El sol pega tan fuerte que está convirtiendo a la zona norte de la provincia en un desierto, en donde las reses prácticamente están comiendo pasto con tierra”.

El efecto ha sido una baja en la producción de leche y cárnicos y un aumento de gastos porque han tenido que recurrir a los productos balanceados para alimentar a los animales. “Acá en Esmeraldas no tenemos grandes haciendas bananeras como sí las hay en otras provincias”, asegura el preocupado ganadero.

Una preocupación que también mantienen los agricultores de Guayas y El Oro, en donde ríos como el Cañar y el Jubones también han mermado sus caudales de agua, aunque sus niveles aún no llegan a ser críticos.

El ingeniero Raúl Castillo, del Centro de Investigación de Caña de Azúcar (Cincae), ubicado en el cantón El Triunfo, dice que la ventaja que ellos tienen es que pueden regar las cuarenta hectáreas que poseen con agua de pozo, aunque lo están haciendo una vez al menos, que no es lo más óptimo.

La situación es distinta en las grandes plantaciones de caña, que requieren miles de metros cúbicos de agua para el regadío. De extenderse la sequía habrá un menor tonelaje de producción de caña el próximo año, prevén los expertos.

La producción bananera también es afectada por las frías madrugadas y las altas temperaturas durante el día, explica el bananero Jovanny Coronel, del sector El Guabo (El Oro).

La falta de lluvias en la Sierra, de donde nacen los ríos de la Costa, ha bajado los caudales. El del río Jubones, que pasa por El Guabo, tiene menos agua y, de bajar aún más su nivel, podría complicar el riego. “La falta de agua afecta el crecimiento de la fruta, que no engrosa”, dice.