Rio cede el Parque Olimpico al gobierno brasileno tras ausencia de ofertas
Las instalaciones transferidas y ya devueltas por el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos son las arenas Carioca 1 y Carioca 2, el velódromo, el Centro Olímpico de Tenis y el Estadio Acuático.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, entregó este 23 de diciembre la gestión de las instalaciones deportivas del Parque Olímpico al Ministerio de Deportes de Brasil tras el fracaso del concurso que organizó para ofrecerlas en concesión por 25 años a la iniciativa privada. La alcaldía se comprometió a ofrecer en concesión la gestión de la mayoría de las instalaciones usadas en los Juegos Olímpicos de agosto para evitar que su alto costo de manutención fuese financiado con recursos públicos.
Ante la falta de interesados, el Gobierno brasileño, mediante el Ministerio de Deporte, aceptó asumir la gestión de las instalaciones del Parque Olímpico en un acto este viernes 23 de diciembre en Río de Janeiro en que el recinto fue abierto al público por primera vez con nuevas reformas tras los Olímpicos Río 2016. Las instalaciones transferidas y ya devueltas por el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos son las arenas Carioca 1 y Carioca 2, el velódromo, el Centro Olímpico de Tenis y el Estadio Acuático, aunque este último será desmontado debido a que Río de Janeiro cuenta a pocos metros con otra piscina olímpica.
El ministro de Deportes, Leonardo Picciani, explicó en el acto que todo el Parque será convertido en un área recreativo-deportiva, que además será usado por los principales atletas de elite brasileños y “permitirá descubrir nuevos talentos”. En el mismo acto, Paes y Picciani, junto al medallista olímpico de voleibol ‘Marcelinho’ y el jugador local de balonmano Bruno Souza, también inauguraron el Muro de los Campeones, que contiene los nombres y reproducciones de las preseas de los 2.568 medallistas en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río.
Vencedores en Río 2016 como Usain Bolt, Michael Phelps, Ruth Beitia o Mireia Belmonte ya tienen su hueco en este monumento conmemorativo. El Ministro de Deportes aseguró que, para el Gobierno, ejercer la gestión del recinto no es un coste sino una “inversión en el deporte brasileño para preparar mejor a los atletas”.
“Estos equipamientos son de los mejores que existen en el país y de los mejores que existen en el mundo para la práctica del deporte, de las diversas modalidades que se pueden practicar aquí”, dijo. Por su parte, Paes se congratuló por demostrar que “Brasil podía organizar unos Juegos Olímpicos” y agregó que el Parque Olímpico, “para todos nosotros, cariocas y brasileños, es un lugar de recuerdo fantástico”.
“Creo que es fundamental que se garantice el legado, ese legado que se pensó es muy importante que se concluya”, dijo. El recinto, donde se plantaron unos 500 árboles, ya goza de un pequeño gimnasio al aire libre para mayores, varias pistas polideportivas para la práctica de fútbol, baloncesto y voleibol, así como un parque de ‘skate’ y otro infantil.
Esta cara más dirigida al ocio que al deporte de elite agradó a aquellos que viven cerca del Parque Olímpico, como Carlos Alberto Costa, presidente de la asociación de vecinos de la favela Asa Branca, a dos kilómetros del recinto. Costa dijo que en 30 años que reside en la región no habían tenido “un área recreativa así hasta hoy”, y ahora “todo el deporte de elite va a estar aquí”. “Con las Olimpiadas hemos ganado este bulevar”, comenta mientras enseña a su hijo el Muro de los Campeones, lugar que piensan visitar de forma asidua.