Alias Reinel, carcelero de los periodistas ecuatorianos, está en manos de la justicia colombiana.

La responsabilidad de Guacho quedo grabada

Usó números sin registro de nombre. Una pericia determinó que él se comunicó con un oficial de Policía ecuatoriano.

La Fiscalía tiene cientos de elementos para acusar a Walther Arízala, alias Guacho, de delincuencia organizada y terrorismo, entre estos las grabaciones de sus diálogos telefónicos que los peritos materializaron, cotejando su voz.

El líder del frente narcoterrorista Oliver Sinisterra, vinculado al caso que investiga la destrucción del destacamento policial de San Lorenzo, Esmeraldas (27 de enero), es uno de 28 procesados. Sus nombres se repiten en expedientes por tráfico de armas, precursores, droga y otros.

La tecnología ayudó a la Fiscalía en la determinación de responsabilidades para Guacho y su banda. Miles de mensajes de texto, de Whatssap y las conversaciones telefónicas, desde cientos de números celulares ubican a la red de Guacho en San Lorenzo, Mataje, El Pan, Puerto Rico, Borbón, La Cadena, Limones, Ricaurte, entre otros. En Mataje ocurrió una de sus últimas acciones: el secuestro y posterior asesinato de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, empleados de diario El Comercio.

Guacho siempre utilizó números distintos para comunicarse con su grupo y hasta con un oficial a quien exigía el cese de hostilidades hacia sus colaboradores. Como evidencia. En los primeros reportes los números tenían ‘abonado desconocido’. Para probar que Guacho era quien llamaba y escribía a Alejandro Zaldumbide, la Fiscalía dispuso un cotejamiento de voces.

La muestra de la voz de Guacho se extrajo de una entrevista a una cadena colombiana en 2017. Se cotejó con la voz que llamaba al oficial y se establecieron coincidencias. El informe ya está en el expediente fiscal.

También hay chats de Geovanny Pérez, alias Amarillo, considerado financista del grupo con su pareja, también vinculada al caso. Pérez está detenido en Guayaquil. Él ha insistido en su ninguna relación. Se describe como empresario de helados.

Los primeros días de marzo estuvo fuera de su casa e interactuó con su pareja en conversaciones que van de lo familiar a lo comercial. Hablan de envíos de ‘kilos’, a 1.900 dólares cada uno. Él dice que donde se encuentra la gente está asustada. Habla de una persona a la que llama el ‘viejo’ y asegura que está ‘bravo’ porque los ecuatorianos se han metido a su casa en Ecuador.

Ella le habla que hubo otra explosión en Borbón y él responde que sí, “allá le puso otra”. Cuenta que siente de cerca el miedo, “pero acá está la plata”. También informa a su pareja que uno del grupo fue detenido y concluye: “les voy a meter un bombazo para que no jodan”. Señala que tienen que andar por las noches y escondidos hasta que el Ejército se vaya.

En colombia

Más evidencias pertenecientes a Guacho

n La Policía colombiana redujo en los últimos días las capacidades logísticas de alias Guacho. En poder de las autoridades quedaron el fusil personal del disidente, computadoras personales, radios de comunicación, teléfonos celulares y otros aparatos.

La evidencia se incautó en una incursión a un campamento en el que se presume pernoctaba Guacho, quien alcanzó a escapar con seis escoltas, según Fernando Murillo, director antisecuestro de Colombia. En ellos existiría el detalle del negocio de la droga.

El sábado fue detenido Jesús Vargas, alias Reinel, quien habría sido el custodio del equipo de El Comercio, secuestrado y asesinado por el grupo de Guacho.

Reinel recibió cargos por secuestro extorsivo en una diligencia reservada. Dos testigos protegidos apuntaron la responsabilidad a Reinel. Uno de ellos guió al Gaula hacia los cuerpos de Javier, Paúl y Efraín. MCV