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Verdadera rendicion de cuentas

Los mensajes que los funcionarios públicos difunden por los diversos medios de comunicación informan sobre las obras realizadas durante su gestión destacando sus mayores logros. Nos cuentan cómo han contribuido con la solución de determinado problema y resaltan el bienestar alcanzado por los habitantes que se han visto beneficiados con ello. Al revisar el listado de sus funciones y de sus competencias exclusivas, esos logros dan cumplimiento a varios puntos del listado, pero ¿qué pasa con los restantes, algunos de los cuales rebasan en importancia y urgencia a los que con tanta insistencia repite o enfatiza la propaganda?

Una verdadera rendición de cuentas implicaría presentar la situación inicial, los avances, el estado actual de las obras y el plazo en que se ha dado o se dará solución definitiva a los problemas o necesidades de cada una de las poblaciones que conforman la zona de jurisdicción de una autoridad, y en cada una de las áreas en que le compete actuar. Así, no solo se apreciaría una labor puntual sino la acción global, permitiendo una evaluación integral de la labor desempeñada durante el período de funciones.

Una carretera principal que conecta dos centros urbanos altamente poblados, o la amplia avenida de la gran ciudad son evidencias visibles de una labor que beneficia a gran número de votantes. Pero, ¿cómo saber si caminos secundarios y terciarios, vitales para pequeños caseríos o recintos, son transitables en invierno y en verano, permitiendo el óptimo traslado de personas y de producción agrícola? ¿O cuántas calles de barrios marginales permiten un tránsito seguro y ordenado? ¿O cuántas escuelas o centros de salud por habitante existen y funcionan eficientemente en ámbito rural? ¿O en qué proporción se ha abastecido al territorio con canales de riego, dragado de vías acuíferas o manejo de aguas servidas y servicios básicos en general? Los porcentajes dan una visión clara en términos de cobertura y de nivel de satisfacción de necesidades, de cumplimiento de estándares, de reparto equitativo de los recursos disponibles en función de densidad poblacional, de estado de deterioro o de urgencia de intervención con base en una mayor o menor probabilidad de riesgo, justificando de este modo el orden de prioridad en la ejecución de proyectos. Necesitamos informes completos.