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El reino oculto

El reino oculto

Las leyendas esotéricas hablan de Shambala, reino místico escondido tras altos picos nevados en algún lugar al norte del Tíbet. Allí un linaje de seres iluminados guardan enseñanzas secretas para la era dorada, en la que la gente del exterior perderá el afán de destrucción, codicia por poder y riqueza. Vendría la paz. Según la profecía, un rey de Shambala saldrá con un ejército de seres de luz a destruir los restos del mal. Bajo su reino, habrá un mundo de armonía y abundancia, lleno de sabiduría y compasión. Místicos de los Himalayas se refieren a esa comunidad como maestros muy evolucionados, guardianes de una antiquísima sabiduría, que siguen atentos a la humanidad. Estos seres mantendrían contacto con altos lamas tibetanos, adeptos y almas de la tierra para guiarlas en la senda del desarrollo personal. Textos chinos aseguran que allí reencarnan almas de seres muy espirituales. Los taoístas creían que hacia allí partió Lao-Tse. Los Puranas hindúes sitúan esa morada de los grandes yogis en una montaña en medio de un mar cuyo lecho es hoy el desierto de Gobi, donde descendieron los Señores de la Llama, Sanat Kumara y los 144.000, construyendo allí un bello palacio y lo conectaron con Asia por galerías subterráneas. Blavatski de la Sociedad Teosófica, y los Fundadores del Puente de la Libertad y otros se hicieron portavoces de maestros de la Jerarquía espiritual Hermandad Blanca, que vela por la evolución de la Tierra. El maestro ‘El Tibetano’ dice que allí se reciben “energías de distintas entidades cósmicas” que revierten sobre la Jerarquía espiritual de la Tierra, impulsándoles a influir sobre la vida terrestre mediante la fuerza del amor y renovación. Para Dalai Lama, el reino existe en este mundo, pero se debe alcanzar un avanzado nivel espiritual para hallarlo y reconocerlo. Según los textos, un largo y místico viaje a través de desiertos y montañas lleva a Shambala. Quien llegue al santuario, tras vencer los infortunios, hallará la enseñanza secreta con la que dominará el tiempo y dejará su esclavitud. Los llamados con preparación espiritual lo harán. Otros hallarán tormentas cegadoras, montañas vacías e incluso la muerte.