La obra empezó a gestionarse durante el gobierno de Rafael Correa.

La refineria acumula 17 paras en este ano

La refinería de Esmeraldas está, desde el viernes, dentro de un estudio que realiza el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Los errores del Gobierno anterior son numerosos y costosos. La repotenciación de la Refinería de Esmeraldas, que superó los 2.200 millones de dólares, es uno de los ejemplos estrella. Pese a la inversión, la obra administrada por la empresa pública Petroecuador ha tenido 15 paralizaciones parciales y dos totales, en lo que va del año.

Las suspensiones suman, a decir del informe de operaciones de la empresa pública, 247 días. En la mayoría de casos, fueron fallas derivadas de irregularidades en los trabajos de mejoramiento de la planta.

El ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez, sabe que la mala planificación y las negociaciones ocultas del Gobierno del expresidente Rafael Correa pasaron factura en la refinería. Por eso, visita constantemente la planta de Esmeraldas. El viernes 15 de diciembre fue su último recorrido para constatar las correcciones que iniciaron a mediados de año.

En conversación con EXPRESO, el ministro dijo que la reparación es diaria. A sus ojos, las paras tradicionales en la planta eran “excesivas”.

Explicó que uno de los pasos importantes para reducir el número de suspensiones es la interconexión de la refinería a la central térmica Esmeraldas II. El acuerdo, en funcionamiento desde octubre, permite que la refinería no pierda energía eléctrica si hay inconvenientes con el Sistema Interconectado Nacional (SIN). En 2017, cinco paras tuvieron como motivo la falta de electricidad. Una provocó la paralización total de la refinadora durante tres días de junio.

La otra para total tuvo lugar -por seis días- en abril.

¿Cuál es el efecto de las paralizaciones? La mayor importación de derivados. Hasta octubre, fue necesario importar 41 millones de barriles. Un 6,6 % más que en 2016.

Petroecuador aclara que, además de las suspensiones, el incremento responde “al mayor requerimiento de gasolinas del parque automotor, así como el mantenimiento de los stocks de seguridad”.

Pérez dijo que las paras parciales están ayudando a corregir los males pero no son suficientes. Por eso, como se anunció en octubre, la refinería tendrá una paralización total en marzo de 2018. Serán 30 o 45 días para reparar la unidad FCC de la obra. Es el “corazón de la infraestructura”.

También es uno de los sistemas que mayor inversión tuvo durante el Gobierno de la autodenominada revolución ciudadana. Un gasto excesivo que ha sido vinculado a coimas y sobreprecios.

La Refinería de Esmeraldas no fue el único lugar con inversiones que no dieron los resultados esperados. Las otras dos refinerías que tiene el país (La Libertad y Shushufindi) tuvieron paras continuas en este año. Aunque son más pequeñas, su entrega de derivados también se ve disminuida.

La Libertad, por ejemplo, tuvo seis suspensiones. Una de las más graves sucedió el 17 de abril debido a fugas de vapor de gasolina.

Shushufindi, en cambio, tuvo una sola paralización en la Unidad Crudo 2, entre el 10 y 14 de mayo, “por reparación y cambios internos en la torre”.

Lenín Moreno, el 15 de agosto criticó duramente las malas decisiones del Gobierno anterior. Dijo que incluso se pusieron en riesgo las vidas de los vecinos de la refinería de Esmeraldas. Durante un recorrido a la central, junto con funcionarios de sectores estratégicos, dijo que la administración de Correa operó con “enorme irresponsabilidad”.

Para saber

Esmeraldas

Está situada en Esmeraldas, a siete kilómetros de la ciudad de Esmeraldas vía a Atacames. Fue construida entre 1975 y 1977. Sus operaciones arrancaron en mayo de 1977.

La Libertad

Está en Santa Elena. Es fruto de la entrega al país de la infraestructura de la Refinería Anglo Ecuadorian Oilfields Ltda. en 1989.

Shushufindi

Construida en Sucumbíos. Inició operaciones menores en 1987.