Reciprocidad

El 15 de marzo las redes sociales registraban a la señora Lilian Tintori impedida por personal de Migración de ingresar al Ecuador. Este hecho reprochable constituye una vergüenza para los ecuatorianos respetuosos y amantes de la libertad.

Recuerdo que similar situación vivieron nuestros asambleístas Cynthia Viteri, Henry Cucalón y Susana González el 26 de agosto del 2016, al haber sido obligados por miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional Venezolano, a abandonar el territorio de Venezuela, hecho que contó con declaraciones tibias de nuestro Gobierno, casi justificando la deleznable actuación del Gobierno venezolano.

Pareciera que la prohibición de ingreso a Ecuador a la Señora Tintori respondiera de “hecho” a una “especie” de principio de “reciprocidad” entre gobiernos totalitarios, temerosos de que la oposición abra los ojos del pueblo a una realidad lacerante, maquillada por un Estado de propaganda, que cual narcodependiente tiene a su pueblo, ya sea por inanición o por temor, sometido a un estado de letargo, dependiendo de pequeñas dosis de “caridad” para sobrevivir.

En el caso que nos ocupa, la “identidad” de los denominados gobiernos socialistas revolucionarios del siglo XXI, no es solo ser de corte fascista, totalitarios, irrespetuosos de los derechos fundamentales, sino también, constituir Estados de “propaganda” que desdibujan la realidad, hasta que los excesos desbordan el camuflaje y salta por todos lados el hambre y miseria de la mayoría de la población, así como las denuncias de supuestos actos de corrupción de ciertos funcionarios, quienes por generación espontánea se transformaron en “nuevos ricos”, en la nueva casta política.

América Latina está despertando del letargo “alucinante” al que la sometió esta idea “psicodélica revolucionaria” socialista del siglo XXI. Argentina, al igual que la oposición en Brasil y Venezuela, han puesto al descubierto la podredumbre de dicho modelo. El 2 de abril próximo le toca el turno de cambiarlo a Ecuador, por un elemental principio de coherencia.

colaboradores@granasa.com.ec